Otro distractor, otro escándalo. Ahora resulta que los morenistas que aplaudieron a rabiar la militarización del país propuesta por el presidente, ahora se enfadan porque una cuadrilla de soldados ingresó con armas de alto poder a las instalaciones del Congreso de la Unión. Y hasta se atreven a hablar de aplicar la ley cuando son incapaces de exigir al Ejecutivo la presentación de Ovidio Guzmán o el esclarecimiento del atentado a Ciro Gómez Leyva.
Les molesta que un personaje como Santiago Creel cumpla con sus compromisos legales. En pocas palabras lo quieren linchar por ser un precandidato (no corcholata) a la presidencia, entonces hay que anularlo. Pese a que Sedena aclaró en comunicado que había un acuerdo previo para que la escolta y banda de guerra no ingresara armado, como ha sucedido todos los años, y que en esta ocasión llegó con fuerte armamento, Morena y sus aliados pretenden destituir a Santiago Creel como Presidente de la Mesa Directiva por impedir el ingreso de armas al recinto de sesiones.
Entendemos entonces que alguien en Sedena de manera premeditada o por negligencia violento los protocolos correspondientes. En años anteriores la ceremonia de honor correspondía a los cadetes del Heroico Colegio Militar con uniformes de Gala. En esta ocasión se envió a una celular de soldados, con uniforme de combate y fusiles de alto calibre con municiones conocidas como “serpientes de fuego” (FX-05, calibre 5.56). En Sedena deben de tener conocimiento que esa escolta contraviene al artículo 24 numeral 4 del Reglamento de la Cámara de Diputados, que dice: “En el Recinto estará estrictamente prohibida la entrada a toda persona armada.
En caso de que alguien transgreda esta prohibición, el presidente hará que abandone el Recinto por los medios que estime convenientes y lo pondrá a disposición de las autoridades competentes”. Por ello es indispensable que se exhiba al responsable de esta violación. Sedena ya está acumulando varios incidentes como el permitir que un helicóptero sin combustible participe en un operativo antinarcos con el resultado de varios muertos, y la impunidad. Los hoy enfadados legisladores han perdido el tiempo para tratar asuntos de verdadera envergadura como los excesos presupuestales, millonarios recursos aplicados a las mega obras ordenadas por el presidente como el ecocida proyecto del Tren Maya o la refinería que no refina.
Callan ante las acusaciones de Estados Unidos denunciando como doblaron a Amlo y a Ebrard en acuerdos ocultos intencionalmente a la nación. No les preocupan las investigaciones extranjeras sobre la familia presidencial y funcionarios cercanos. Muy lejos están de denunciar a la Sra Sheinbaum por las muertes en el Metro o utilizar la fuerza pública para violentar las instalaciones de una alcaldía para retirar panfletos. No tiene honor para demandar la renuncia de una plagiaría defendida desde Palacio Nacional. No les preocupa el número de muertes en este país por la pandemia, enfermedades terminales como el cáncer, la violencia generalizada o los crímenes contra periodistas. Les vale el culiacanazo. No les importa corregir tumbos como la tragedia en Educación Publica. Estos temas como el de Ayotzynapa los arrinconan y mejor callan.
Buscan lapidar a opositores pero son autistas con la posición política de Cuauhtémoc Cardenas porque saben que su hijo Lazaro trabaja como coordinador de asesores del presidente. Ninguno de ellos ha levantado la voz por las irregularidades de Layda Sansores o las narcomantas de Cuauhtémoc Blanco o la inestabilidad en Veracruz, Acapulco y en Cancún. No se atreven a tratar el tema del huachicoleo, la tendencia ahora es asaltar a la presidencia del Congreso de la Unión. No les basta los ataques contra la UNAM o el INE, esas son materias que evaden intencionalmente. Las “aportaciones” de Pío López Obrador o Eva Cadena al “Movimiento de transformación” son meros tropezones para olvidar cómo el que hoy sean cómplices políticos de Manuel Bartlett a quien acusaban de asesino y corrupto antes de que Amlo lo rescatara.
Están atentos a Santiago Creel porque ya se enteraron que es muy probable que el PAN determine candidato a la presidencia para el 2024 en alianza, nada más que no se percatan que Creel no es ni por mucho comparable a personajes como Delfina Gómez señalada por autoridades como estafadora de trabajadores. Que los diputados todos exijan cuentas a Sedena y comprueban si es verdad que esa cuadrilla de soldados fue improvisada para ese evento porque tenían otro compromiso que cumplir. Pero ahorita no les conviene cuestionar a las Fuerzas Armadas no vaya a ser que se moleste YSQ.