Ovidio, el hijo del chapo es requerido por las autoridades de Estados Unidos, quienes ya formularon la petición oficial y formal para obtener su extradición. Sin embargo aquí en México el delincuente no ha sido presentado a los medios de comunicación y la Sedena ha reservado la información sobre su captura para los próximos cinco años. El gobierno de Amlo debe responder ya que fue recibida una carta diplomática solicitando la transferencia del “ratón” a Estados Unidos acusado de múltiples delitos entre estos el tráfico de toneladas de metanfetaminas,
Cocaína y fentanilo. El pasado 5 de marzo se cumplía el plazo para la presentación de la solicitud quedando pendiente el cobro de la recompensa de cinco millones de dólares por su captura. Todo presupone que Ovidio está siendo tratado como mercancía a cambio. Supuestamente permanece preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, sitio de donde por segunda ocasión se escapó por un túnel su padre Joaquin Guzmán.
Muy a pesar de que el centro de atención mediática es Ovidio, nada se sabe acerca de si hay más detenidos por el “culiacanazo” que despertó la furia de sicarios y matones. Recordemos que en la escasa información que se desprende de este caso, Ovidio ha puesto en marcha una estrategia para evitar la extradición bajo la presentación de varios amparos y una suspensión definirá contra su proceso. El gobierno mexicano ha determinado que en nuestro territorio debe responder a tres señalamientos: Delincuencia organizada, posesión de armas de uso exclusivo del Ejército y homicidio por la “baja” de 10 militares.
Ovidio fue arrestado por uniformados federales luego de un operativo centrado en la sindicatura de Jesús Marín, en Culiacán, Sinaloa. Según reportes de los estadounidenses, no de la justicia nacional, Ovidio y su hermano Joaquín a la muerte de su otro carnal, era responsable de la supervisión de al menos once laboratorios de metanfetaminas en Sinaloa. La producción de tóxicos era distribuida en Estados Unidos y Canadá. Historias cuentan que el “Ratón” ordenó asesinar a informantes, un narcotraficante y un cantante que se negó a cantar en su boda.
Ovidio, como antes la “Barbie” saltaron a la fama por su arrogancia y soberbia incluso al momento de su detención. El Chapo y su familia se han convertido en una leyenda propia que ha alimentado incluso la presidencia de la República con actuaciones como el saludo a la madre del Chapo o las constantes visitas del tabasqueño a Baridaguato. Dudas, sospechas, confusiones pero muchas interrogantes despierta la relación de los Guzmán con los López y el ocultamiento del operativo de Ovidio quien quizá pueda repicar el caso legal de Genaro García Luna o su propio padre, Joaquín, es decir, un juicio, sentencia y prisión en un país extranjero.