AMLO ha mentido y luego reconoce públicamente su actuar con sonrisas burlonas. Un caso en especifico fue cuando aceptó que él dio la orden de liberar a Ovidio Guzmán y ni se trató, cómo se había dicho de un acuerdo colegiado. También durante la celebración del primer grito de independencia de AMLO en Palacio Nacional aseguró no habría cena ni invitados. Con una serie de fotografías los desmintió el embajador de Estados Unidos en México y además dejó en claro la manipulación de las tomas de televisión para evitar que los asistentes aparecieran en pantalla.
Lo mismo ocurrió con el tren que nunca existió en el aeropuerto Felipe Ángeles, una burda escenografía. Pero hay más, el tabasqueño confeso que aún siendo presidente electo, tres colaboradores “ muy buenos profesionistas y de confianza”, le presentaron un reporte técnico para evitar la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Despreció el dictamen y ocultó que no solamente Alfonso Romo, Carlos Urzúa y Jiménez Espriu le habían presentado sus conclusiones sino que José María Rioboo fue una pieza fundamental para la construcción del Felipe Ángeles.
con toda intención y a micrófono abierto el presidente señaló”
“Los tres coincidían en que había que continuar con el aeropuerto de Texcoco. Me ful a la casa de ustedes y no dormí esa noche. porque no estaba yo convencido…” Inicié una conversación con Jiménez Espriu para informarle que rechazaría el dictamen. “Bueno, vamos a dejar la última palabra a la gente. Vamos a convocar a una consulta a ver qué opina la gente” determinó el Ejecutivo. Consultó entonces a sólo el 1.22% de la población entre el 25 y el 28 de octubre de 2018 para inyectar 450 mil millones de pesos, en la construcción del AIFA y el desmantelamiento de Texcoco con todo y multas e indemnizaciones sin siquiera contar con las carreteras e infraestructura para mal llegar a las nuevas instalaciones.
Pera darnos una idea en cuatro meses el Felipe Ángeles transportó 157 mil pasajeros, cifra que ocurre en un día en el actual AICM. Así el AIFA tuvo ingresos por 223 mil pesos pero sus gastos llegaban a 1 millón 750 mil pesos diarios. Luego de un año el AIFA presenta resultados muy por abajo de las terminales aéreas de Guadalajara, Puerto Vallarta Cancún, Monterrey, Tijuana, San José del Cabo, Mérida y el Bajío. Revisando sus otras dos magnas obras la situación no es distinta.
Dos Bocas sin cumplir calendario, con inundaciones constantes y multimillonarias adicionales al presupuesto inicial. El tren Maya sin estudios de impacto ambiental, con evidente ecocidio, en zona porosa muy vulnerable, con suspensiones legales en algunos tramos y de acuerdo a estudios técnicos la recuperación de la inversión difícilmente llegará. Incluso se estima que el propio presidente presionó a que la fábrica de autos Tesla se construyera en el sureste para incrementar la plusvalía de sus propiedades, capricho que no se le cumplió y que ganó sin su intervención el gobierno de Nuevo León. Con todo esto hay quienes aún le creen al presidente que su preocupación son los salarios de los consejeros en el INE y su intención de cerrar FONATUR. El daño patrimonial y el quebranto económico serán tema central en las próximas décadas.