Los “otros datos”, las bromas improvisadas o las cortinas de humo ya no son funcionales para ocultar las irregularidades dentro de la familia presidencial las revelaciones en torno a Andrés Manuel y José Ramón López Beltrán, en relación a un posible tráfico de influencias y brutal enriquecimiento multiplicaron las duras críticas en redes sociales.
LatinUs y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad fueron contundentes en sus emisiones periodísticas y mostraron que Andrés López Beltran y sus amigos han sido beneficiados con contratos millonarios en dependencias federales. Momentos después ilustraron que José Ramón, habita una casa en Coyoacán que es propiedad de una empleada de la directora del Periódico La Jornada, impreso que registra un importante número de pautas de publicidad oficial pagadas por el gobierno federal. De acuerdo con MW Group, la imagen del gobierno y la conducta de los hijos de Amlo sumaron un 91 % de reprobación en redes sociales; mientras que las opiniones positivas o de respaldo llegaron apenas a un 9 % del total.
No solamente hay críticas y reprobación a los hijos del tabasqueño sino reclamos constantes porque el presidente no desmintió sino que trató de opacar el enfado social atacando a Loret de Mola y a otros periodistas. Infantil fue la postura de Amlo al tratar de intercambiar propiedades con el periodista y a una de estas llamarla “El Carajo” para terminar su superficial broma con una sonora carcajada. Para la sensible caída de imagen del gobierno y la parentela de Amlo se consideró que presuntamente José Ramón, el hijo mayor viajó a Barcelona en una avión de Emirates en primera clase.
La Pobreza Franciscana o la austeridad República desaparecieron una vez más. Ya no fue suficiente ver “perreando” a Jesús Ernesto, el hijo menor, en la casa de José Ramon en Houston. Sabe y conoce Amlo que sus hijos han sido ampliamente beneficiados con los recursos del Estado. Así como no se puede explicar que Amlo viva con 200 pesos diarios, sus hijos no podrían darse los lujos que hasta eso presumen aún sin demostrar un trabajo fijo y sus ingresos.
Se estima que los boletos del avión podrían haber oscilado en 100 mil pesos por persona. La probable vinculación a proceso de Francisco Garduño, titular del Instituto Nacional de Migración, las amplias sospechas de corrupción en Adunas durante la Gestión de Horacio Duarte (coordinador de campaña en el Edomex), el multimillonario fraude en Segalmex, el gran fracaso en el Seguro Popular/INSABI, el cumplimiento de dos años del colapso de la línea 12 del Metro en Tláhuac, la discreción dentro del proceso a Ovidio Guzmán, la riqueza del Secretario de la Defensa Nacional y los onerosos gastos en los conciertos “gratuitos “ de Sheinbaum en el Zócalo, entre otros eventos, no han dejado al de Macuspana marcar agenda nacional, incluso el hecho de que los Miembros de la Alianza del Pacífico desconocieran a Amlo y su gobierno al negarse a cumplir compromisos internacionales y dar refugio a personajes perseguidos por la justicia de su país.
Para Amlo ya es imposible esconder la verdad y continuar con su discurso de la “honestidad valiente” y más cuando se sabe que en Estados Unidos ya hay carpetas de investigación para sus más cercanos. De una u otra forma, en su gobierno o al término de éste, con la Secretaria de la Función Pública o de la Auditoría Superior de la Federación, con indagaciones domésticas o extranjeras o con la participación de medios nacionales o extranjeros la información habrá de fluir. Por ello la intentona de desaparecer al INAI. Y no es broma cuando Amlo nos anticipa que “Cuba es un paraíso para vivir”.