Cuatro damas en campaña aunque Lilly en menos de 24 horas decidió que no le entra. Tuvo al mediodía una entrevista radiofónica donde aseguró con firmeza que si participaría en el proceso de selección de candidato a la presidencia y hoy amanecimos con que siempre no y fundamentó sus razones. No perdió el tiempo Xóchitl para lanzarle públicamente un “Lilly no te bajes. Estas mujeres han sido capaces de romperle el discurso y la agenda al presidente.
Xóchitl se comió los espacios de los informativos impresos y electrónicos aunque Amlo cometió dos enormes disparates: asegurar que va a acusar con sus papás y abuelos a los secuestradores en Chiapas y desviar la atención nacional para presumir un muñeco, “Amlito” que lo caracteriza. Así su nivel e interés por resolver los problemas nacionales. Beatriz Paredes, mujer muy preparada, enorme oradora con un archivo biográfico impresionante, serena, tranquila anuncia que sigue en la pasarela. Claudia, la que no necesita engañar con actas de nacimiento para justificar su nacionalidad, Claudia Ruiz Massieu es la dama que dignifica la tenacidad, el carácter y la determinación después de eventos trágicos en su vida.
Se codea con el poder, aprende del poder, sabe para que sirve el poder. Estas mujeres han despertado interés y su astucia deja ocupados y preocupados a sus contrincantes morenistas. Intentan atacarlas por haber servido (Claudia y Beatriz en el PRI, Xóchitl en el PAN) en otras administraciones como si fuese un pecado trabajar y tener congruencia e ideología. Ninguna de las tres, Beatriz, Claudia o Xóchitl tienen el mal prestigio de traicionar a sus partidos, ser chapulines, comerciantes o mercenarios de la política, lo que sí ocurre en el pasillo contrario en donde algunos se han tratado de acomodar vendiendo su moral e integridad política.
En Morena, entre sus corcholatas, hay más salinistas que los tricolores. Vanos hasta el propio redentor, mesías, proclamados y diseñador de la contienda, Amlo, fue príista convencido y autor del himno de ese partido. También quieren manchas la imagen de las contendientes por sus lazos familiares y apellidos. No estiran a más porque saben que en cualquier debate con las cuatro estarían contra la pared. Esos antecedentes de su trayectoria que tanto critican y acusan son las plataformas más sólidas para sostener argumentos y proyectar programas de gobierno.
Del otro lado sólo presumen su cercanía y cariño con Amlo y lonjean como lastre en fotografías porque solos no pueden. Son ellos, los morenistas, los que siempre están inconformes con todo y todos pero su andamiaje hasta hoy es tan débil que viven de “selfies” y espectaculares. Quieren hacer creer que ya ganaron y no tienen opositores de valía, pero están equivocados, repito, sin estar en campaña ellas ya le han fracturado las mañaneras y el discurso al propio presidente, entretenido en poner en pantallas a grupos musicales. Añoremos por lo pronto a Beatriz, Claudia y Xóchitl porque sobresalen en sus planteamientos sin atribuir su capacidad solamente a que son mujeres.