El que Enrique de la Madrid ya no participe como aspirante a la candidatura presidencial tiene varias lecturas. Enrique, desde su cargo de secretario de Turismo, no tenía definida su participación en una tarea electoral. Sabía de la necesidad de fuertes soportes financieros y políticos. Estas consideraciones lo hacían titubear. Se perdió entonces tiempo. Adicional, Enrique tiene muchos atributos, los suficientes para conducir al país, pero está frente a la modalidad de la popularidad que no necesariamente significa capacidad. Enrique es reconocido plenamente por su dedicación, profesionalismo, honradez, resultados, lealtad y nacionalismo.
Sus méritos lo han llevado a consideraciones muy positivas en el extranjero. Pero no tiene el roce social/ popular que determinan las encuestas. Enrique no figura por escándalos, por controversias o por confrontaciones. Es culto e informado. Sin duda representa un activo importantísimo en la conformación de un gobierno de coalición. Su salida también representa la fuerza real de Xóchitl, Beatriz y Santiago, tres personajes distintos, diferentes y que son una auténtica opción de cambio. ellos disputarán la última selección desde este jueves y hasta el domingo 3 de septiembre. El Comité Organizador del Frente dio a conocer los resultados de los 6 mil estudios de opinión las aplicados en vivienda y por teléfono. Xóchitl Gálvez obtuvo un 38.3 por ciento. Beatriz Paredes Rangel un 26 por ciento y Santiago Creel, un 20 por ciento.
Aunque el ritmo de las cifras en las preferencias han ido modificándose y se nota un importante repunte en Beatriz Paredes. Los proyectos, propuestas y estrategias han penetrado en el colectivo social dejando importantes puntos de reflexión. El diseño del programa de gobierno a partir del 2024 estará construido por políticos y estrategas con amplísima experiencia como por ejemplo José Ángel Gurría e Ildefonso Guajardo que incluso ya trabajan en un cabildeo internacional, materia que conocen y lo hacen bien. La fórmula de un gobierno de coalición permite la suma de ideas que proyectadas en unidad tendrían una solidez indiscutible.
No se trataría de repartir cargos sino de coincidir en las mejores opciones para reconstruir al Estado Mexicano. Las materias fundamentales son: economía, seguridad, salud y educación. Otras áreas merecen igual atención como turismo, materia de Enrique de la Madrid. La recomposición de la infraestructura nacional y el reacomodo de inversiones es fundamental. Migración y agricultura también son temas vitales. México necesita revitalizar su presencia en foros mundiales y recuperar la diplomacia en serio. Esperamos que los siguientes procesos no deriven de cuotas de poder entre los partidos, sería indignante, retrógrado e innecesario para el país.