Una de las actividades más nocivas en el país y que lamentablemente se expande es desprestigiar al apto, denigrar al capaz destruir al emprendedor. La difamación, la calumnia, la falsa acusación son las herramientas más a la mano para golpear el prestigio de los demás. Al triunfador hay que someterlo, intentar hundirlo entre mediocres y colocar en su sitio a incondicionales inservibles. Este quehacer, el de demolición ha penetrado ahora en la UNAM. Desde filtradores de información en plena Rectoría hasta golpeadores encapuchados callejeros se empieza a gestar por el cambio de Rectoría.
Hay quienes piensa que lo fundamental es dinamitar su estructura más sólida, entonces el blanco es el mismo rector. A buscarle en los bolsillos, a rastrear su vida familiar, a filtrarse en sus intimidad luego siguen los aspirantes a sucederlo. Colocan cartuchos expansivos que detonan en las redes o en los medios a razón de boicotear sus avances. Esto acaba de ocurrir en la Facultad de Derecho un eje de prestigio internacional hoy por hoy pero que en las garras de los vándalos intelectuales y orgánicos se convierte en zona de guerra sucia.
Raúl Contreras Bustamante es un universitario de vanguardia, tenaz y exitoso. Ahí están las cifras, los eventos y la plataforma en que ha colocado a la comunidad de abogados universitarios. No han podido con su biografía, entonces el pretexto es un conflicto de género, un esquema muy socorrido y de moda para alimentar el griterío de las jaurías. En la Facultad de Derecho se han abierto muchos e importantes espacios para las damas. Se les respeta y se les considera. Se han abierto foros no solamente de debates sino de propuestas clara para fortalecer la dignidad de las estudiantes.
Recuerdo la intervención de una exponente invitada al interior de un auditorio de la facultad:” las mujeres merecemos jugar donde los hombres ganan campeonatos”. Contreras Bustamante es un puntero que la UNAM necesita en rectoria. Recuerdo que en una ocasión con el entonces aspirante José Narró le expresé:” Pepe no sé si tú mereces ser rector, pero la UNAM merece un rector como tú” y exactamente el caso de Raúl Contreras Bustamante que ante los ataques recibió de respuesta que la comunidad de su facultad, los alumnos, trabajadores, académicos y funcionarios se reunieran en su explanada para repetir el coro de “rector, rector, rector” a la figura de su director.
La UNAM ambiciona excelencia y la mejor forma de obtenerlo es impulsar a los hombres y mujeres de bien aquellos que por vocación y convencimiento miran a las nuevas generaciones como forjadores de cambios. Raúl Contreras ha dado la cara, ha tomado decisiones, a emitido comunicados, ha sido tolerante pero calor, directo y enfático. Y eso pide la UNAM. Si queremos subirnos al lenguaje universal de progreso que el mundo está aplicando, la Facultad de Derecho por lo pronto nos está indicando el rumbo y la mejor propuesta expuesta es trabajar en el fortalecimiento del Estado de Derecho.