En estos días se han dado dos avisos, advertencias, muy graves y peligrosas. Vamos, nos las están cantando. La primer señal: la alcaldesa Griselda Martínez Martínez de Manzanillo acusó que fue expulsada de Morena por denunciar la presencia del narco en eventos de Claudia Sheinbaum. Varios integrantes del crimen organizado han sido vistos en eventos de la aspirante presidencial. Es decir, esto se suma al hecho de que el presidente visita en distintas ocasiones Baridaguato, se entrevistaba con la madre de Joaquín Guzmán y a éste personaje le ofrecía disculpas por decirle públicamente “el Chapo”.
Hay quienes incluso confirman que en Estados Unidos se acumulan las indagatorias acerca del financiamiento de campañas electorales de Morena por parte del crimen organizado e involucran en nombre de Mario Delgado. Por si fuera poco, el asesinato en Ecuador del candidato presidencial, Fernando Villavicencio, señala directamente a los cárteles mexicanos y empaña la imagen del gobierno mexicano. El premio diplomático concedido a Quirino Ordaz en España como embajador, deja en nuestro país un rosario de preguntas ya que siendo gobernador de Sinaloa participó de las reuniones del presidente con la familia Guzmán.
La segunda señal: Luchiano Concheiro, subsecretario de Educación Superior del gobierno, el presume abiertamente que “hay que festejar al comunismo” durante un foro en el Colegio Nacional. “DEBEMOS PROPONER EL COMUNISMO COMO SOCIEDAD EMANCIPADA DE LA EXPLOTACIÓN DEL SER HUMANO” destacó este llamado ideólogo de confianza de AMLO. •…al avance de la noche neoliberal, festejar el comunismo desde nuestro país nos parece esencial en este momento…” así de claras están las cosas. Ya es tarea de nosotros asimilarlas, aprobarlas o rechazarlas.