Shadow

Se comenta solo con… La  Narcocandidata

Se cumplió el segundo compromiso con el encuentro entre aspirantes a la presidencia. Una dinámica diferente con moderadores que no tienen el dominio  del evento. Una Xóchitl más asentada, informada, segura, determinada. Una Sheinbaum desesperada, fuera de control, enojada, despota y sin empatía. Una mujer que no es capaz de referirse a su contrincante ni por su nombre. La morenista correspondió al enojo presidencial y entonces habló de los “logros” de Amlo.

Se constató su servilismo. Tarde, muy tarde llegó intentando sorprender a una Xóchitl calificándola de “corrupta”, dicen en mi colonia que el que se lleva se aguanta y entonces recibió doble cucharada de su propia medicina, le llamaron “narcocandidata”. Ya no pudo levantarse, no supo reaccionar, no supo medir distancias, tiempos y contenidos. No hizo falta remarcarle las falsedades con que se manejó: se ha reducido la pobreza, hay control de la inflación, no se incrementaron los precios de la gasolina… Xóchitl ahora sí le recordó que siendo científica no solucionó ni la crisis de contaminación ambiental ni la del suministro de agua, se dedicó, dijo Xóchitl, a promover su imagen.

Otro golpe seco fue cuando la hidalguense le recordó a su exmarido Carlos Imaz recibiendo dinero de Carlos Ahumada. Aquí quedó en claro que Sheinbaum se enteró de lo que sucedía en aquel momento y no lo denunció convirtiéndose en  cómplice pero más aún, para ascender en la preferencia con Amlo,  Claudia entregó a su exmarido a la marginación política. Mientras Sheinbaum no acertaba a pronunciar más que un “no,no,no, denuncia” desestimó los constantes cuestionamientos que se le formularon dejando en claro que de gobernar al país lo hará con berrinches y caprichos.

Para Sheinbaum las tragedias del Metro y del Colegio Rebsamen son asuntos viejos ya resueltos ofendiendo a los deudos de los fallecidos. Incluso sentenció que la Línea 12 ya se corrigió sin mencionar la millonaria inyección de recursos para ocultar las fallas que involucran a Ebrard y Mario Delgado. Razón tendrá Xóchitl en escribir en redes sociales: “La cuenta regresiva empezó y @Claudiashein sigue en la lona.

De esta no se levanta, de mí se acuerdan”. El binomio Xóchitl/Taboada, en percepción, está generando una ola de aciertos. La mancuerna Sheinbaum/Brugada más que segundos pisos están fortaleciendo un sótano, se pasean no en una ola sino en una frágil espuma. Xóchitl se mostró auténtica, Sheinbaum se mostró Amlo. Xóchitl creció, Sheinbaum se cayó y calló.  Xóchitl se oxigenó, Claudia se movió un su ambiente tóxico de lo indefendible y mire que no se le enfatizó la hazaña morenista de apostarle a la Santa Muerte, una afrenta directa a Él Vaticano y a la devoción nacional por la Guadalupana.

La pobreza en México no se reduce al marco económico, lo vemos en la salud, en la educación y en la seguridad. No hay duda, estamos quebrados en lo básico porque la 4aT se ha encargado de desmantelar las plataformas básicas del país. Promete programas sociales pero atenta contra el ahorro de los trabajadores con las Afores. Grave que Sheinbaum quiera construir proyectos con Delfina Gómez, eso retrata a las dos en sus reducidas expectativas. Nada más falta que se empeñe en colgarse la imagen de Rocio Nahle o de Cuauhtémoc Blanco, de Bartlett o de Marcelo.

Triste ver a los acompañantes de Sheinbaum obligados a reír de los malos chistes de la candidata. Una vez más Sheinbaum se confunde no entiende que va a un debate no a un informe de gobierno y ahora si ni los acarreados ni la banda de rock a la entrada de los Estudios Churubusco le favorecieron y menos con el griterío de “fuera, fuera” con que fue recibida por algunos vecinos. Semanas faltan más arrebatos, más acusaciones, lamentablemente más crímenes y más administración de los escándalos. Tiempo al tiempo. Lo único cierto es que Xóchitl refrescó, motivo más la necesidad de ir a las urnas a votar.

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