La pandemia no ha sido controlada y con sus variantes vuelve a resurgir tomando nuevamente sin planeación propia en diferentes gobiernos. Con registros oficiales y derivado de la vigilancia de las infecciones respiratorias en nuestro país, durante las últimas semanas la circulación del virus del COVID-19 y el número de casos de esa enfermedad han aumentado.
Dentro de este marco, y por lo pronto, la mayoría de las personas que han solicitado tratamientos ambulatorios han disminuido en la ocupación hospitalaria lo mismo con los índices de mortalidad. Instituciones médicas y académicas subrayan que no hay señales de alarma. Se mantiene una menor tasa de personas afectadas por la enfermedad en comparación con años previos.
Pero esto no significa que el aumento en el número de casos de COVID-19 entre la comunidad incrementa la demanda de servicios de salud, provoca ausentismo, gastos en salud y consumo inadecuado de antibióticos y otros medicamentos potencialmente riesgosos.
En tanto el virus esté en circulación, se incrementa el riesgo de la generación de nuevas variantes virales y las personas que enferman de COVID-19 tienen mayor probabilidad de que se descompensen otras enfermedades que padezcan o de tener secuelas que afectan su salud. He insistido que dentro del Sistema de Transporte Colectivo de la CDMX así como unidades hospitalarias como Médico Sur y casas académicas como la UNAM han incrementado sus protocolos sanitarios y demandado nuevamente el uso de cubrebocas como medida preventiva para evitar contagios sobretodo entre los grupos vulnerables. Las recomendaciones en caso de presentar algún síntoma son:
1. Guardar reposo, aislamiento y vigilar la evolución.
2. Contar con un diagnóstico oportuno y buscar atención médica.
3. No automedicarse.
4. Utilizar cubrebocas al estar con otras personas.
5.Usar cubrebocas al estar en lugares concurridos y con mala ventilación (transporte público), o al convivir con personas con síntomas de enfermedad respiratoria.
6.Promover la ventilación de los espacios cerrados y concurridos (aulas, oficinas, laboratorios, auditorios, transporte, etc.).
7.Realizar higiene de manos frecuente y mantener limpieza en las instalaciones y mobiliario.
8.Checar en los servicios de salud el estado de vacunación de las personas más vulnerables (adultos mayores, embarazadas, personas con enfermedades crónicas o inmunocomprometidas) y de las que tienen mayor riesgo por exposición (personal de salud), así como actualizar según sea necesario.
9.Cuando se presenten casos de enfermedad coincidentes en un grupo académico o área de oficina, no suspender actividades y extremar las precauciones señaladas, siempre en estrecha comunicación con los responsables sanitarios de cada entidad o dependencia.pero al parecer nada de qué preocuparnos en días tendremos el sistema de salud solo comparable al de Dinamarca por ello se queda Lopez Gatell.