“Cada día que pasa, más familias rotas, más miedo en las calles, más dolor en el pueblo. ¿Y el gobierno? Callado
Por Félix Muñiz
En un país desgarrado por la violencia, donde cada día se escriben nuevas páginas de tragedia con sangre inocente, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, alzó la voz con dureza contra el gobierno de Morena. Con más de 218 mil 459 homicidios en México y contando, la pregunta que retumba en cada rincón del país es la misma: ¿dónde está el gobierno?
En un mensaje difundido a través de sus redes sociales el senador del PRI Alejandro Moreno fue enfático en su crítica: “Cada día que pasa, más familias rotas, más miedo en las calles, más dolor en el pueblo. ¿Y el gobierno? Callado. Ausente. Como si no pasara nada.”
La cifra es devastadora. Más de 218 mil homicidios dolosos han teñido de rojo el sexenio de Morena. Esta estadística no es un simple número: representa hogares destruidos, infancias interrumpidas, madres que no volverán a ver a sus hijos, ciudadanos que han perdido la esperanza. Y mientras tanto, el gobierno federal mantiene un silencio ensordecedor, una actitud que raya en la indolencia.
“Alito” Moreno lanzó un llamado urgente a la rendición de cuentas. “Necesitamos un gobierno que dé la cara, que tenga el valor de defender al pueblo, no uno que se esconda detrás de excusas y promesas vacías.”
Su declaración es un reflejo del sentir popular, de millones de mexicanos que ven cómo la inseguridad se ha normalizado en sus vidas mientras el Estado evade su responsabilidad fundamental: garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Morena Cárdenas ha sido una tragedia para México. Bajo su mandato, la violencia ha escalado a niveles sin precedentes. Las promesas de “abrazos, no balazos” se han convertido en una burla cruel para quienes han perdido a un ser querido. Las masacres, feminicidios, desapariciones y extorsiones se multiplican, mientras los altos funcionarios del gobierno federal ofrecen discursos vacíos y giras mediáticas.
El reclamo de Alejandro Moreno no es aislado. Cada vez más voces se suman al coro de indignación: organizaciones civiles, activistas, periodistas y ciudadanos de a pie que ya no creen en la narrativa oficial. La realidad es imposible de ocultar: México atraviesa una de sus peores crisis de seguridad en décadas y el gobierno de Morena parece más preocupado por controlar el discurso que por enfrentar los hechos.
La exigencia es clara: el gobierno de Morena debe dar la cara y asumir su responsabilidad ante la tragedia nacional de más de 218 mil homicidios. Seguir ignorando esta emergencia solo profundiza el daño y deja a millones de mexicanos atrapados entre el miedo y la impunidad.
En un momento crítico para el país, la ciudadanía necesita más que promesas: necesita justicia, acción y liderazgo real. Y si el gobierno actual no está dispuesto a asumir ese reto, entonces será el pueblo quien lo exija con la fuerza de su voz y de su voto.