Se trata de aprovechar al máximo el potencial y los beneficios de la inteligencia artificial generativa, planteó Patricia Dolores Dávila Aranda
Por Félix Muñiz
La educación está experimentando un cambio significativo hacia la digitalización, y una de las tecnologías que lidera esta transformación es la inteligencia artificial generativa (IAG).
En este contexto, expertos y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se reunieron para discutir el papel crucial que la IAG jugará en el futuro de la enseñanza y el aprendizaje.
Durante la inauguración de la 2ª Jornada de IA Generativa en Educación, celebrada en 2024, Patricia Dolores Dávila Aranda, secretaria General de la UNAM, destacó que el aprovechamiento de esta tecnología puede mejorar las prácticas educativas, la docencia y diversos campos del conocimiento, siempre que se emplee de manera ética y responsable.
La IA generativa se presenta como una herramienta que no solo tiene el potencial de optimizar los procesos educativos, sino que también abre nuevas oportunidades para la personalización del aprendizaje y la automatización de tareas. En su intervención, Dávila Aranda subrayó que la UNAM está comprometida con la transformación digital de la educación, reconociendo que la IAG jugará un papel preponderante en el desarrollo educativo y científico en los próximos años.
“Debemos aprovechar al máximo su potencial en la enseñanza y evaluación”, expresó la secretaria, quien añadió que la universidad tiene como objetivo organizar actividades y generar recomendaciones útiles tanto para profesores como para estudiantes. Para la UNAM, este es un paso crucial para integrar de manera efectiva la tecnología en sus prácticas educativas y ofrecer soluciones innovadoras que respondan a las necesidades del entorno académico.
Por su parte, Melchor Sánchez Mendiola, coordinador de Evaluación, Innovación y Desarrollo Educativos de la UNAM, enfatizó la importancia de no ser meros espectadores de la transformación digital, sino de asumir un rol activo en la integración de la IA en el ámbito educativo.
“La educación no depende solo de las tecnologías, sino de la manera en que decidimos usarlas en consenso con nuestros estudiantes”, señaló Sánchez Mendiola. En su opinión, la IA generativa no es solo una herramienta, sino una oportunidad para reimaginar las prácticas educativas y construir un futuro académico que esté alineado con las necesidades de la comunidad universitaria y la sociedad en general.
Una de las iniciativas destacadas en este proceso de digitalización es el “Asistente IA”, una herramienta recientemente lanzada por la Coordinación de Universidad Abierta y Educación Digital (CUAED) de la UNAM. Anabel de la Rosa Gómez, titular de la CUAED, presentó este asistente como un apoyo clave en las estrategias de enseñanza-aprendizaje en aulas virtuales, particularmente en la plataforma Moodle. Además, reveló que se están desarrollando otros agentes inteligentes destinados a respaldar la labor docente, la tutoría y la atención a estudiantes.
La adopción de tecnologías como la IA también ha sido respaldada por Héctor Benítez Pérez, director general de Cómputo y Tecnologías de Información y Comunicación de la UNAM, quien destacó la importancia de aprovechar las capacidades de la IA para mejorar los procesos educativos y los servicios universitarios. La IA, dijo, puede ofrecer ventajas en áreas como la percepción, el razonamiento, la resolución de problemas y la interacción lingüística, elementos clave para enriquecer la experiencia educativa.
En su intervención, Boris Escalante Ramírez, coordinador del Centro de Estudios en Computación Avanzada de la UNAM, hizo hincapié en que la IA tiene el potencial de hacer la educación más accesible, personalizando el aprendizaje de los estudiantes y automatizando aspectos clave de la enseñanza. Sin embargo, también destacó la necesidad de evitar que esta tecnología profundice las brechas sociales y de crear un sistema educativo de mayor calidad que beneficie a todos los sectores de la población, especialmente a los más vulnerables.
La discusión en la UNAM refleja una tendencia global hacia la adopción de la inteligencia artificial en el ámbito educativo, una transformación que, bien implementada, tiene el poder de redefinir la educación del futuro, haciendo el aprendizaje más inclusivo, eficiente y adaptado a las necesidades de cada estudiante.