“Ser mujer y ser mujer indígena es resistir doblemente”, de los 12 jóvenes latinoamericanos seleccionados para esta ocasión
Por Félix Muñiz
Betzabeth Martínez Gutiérrez, originaria de la comunidad indígena zapoteca en Santiago Matatlán, Oaxaca, ha sido seleccionada para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Egresada de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, su logro resuena no solo en su vida personal, sino también en la representación de México y las comunidades indígenas en espacios internacionales.
La universitaria Betzabeth Martínez compartió sus sentimientos tras recibir la noticia de su selección: “No imaginaba que lo lograría. Fueron muchos sentimientos encontrados, desde felicidad hasta miedo porque es un reto representar a México”. La joven había soñado con esta oportunidad durante mucho tiempo, y su camino hacia la beca estuvo lleno de determinación. En enero fue preseleccionada y, después de un proceso largo, recibió la confirmación en marzo a la 01:30 de la mañana, lo que la llenó de emoción.
De los 12 jóvenes seleccionados de Latinoamérica, Betzabeth Martínez es la única representante de México. Su participación se enmarca en un esfuerzo por crear espacios para que los jóvenes se involucren en las negociaciones sobre el cambio climático, con un enfoque particular en las comunidades indígenas y afrodescendientes, quienes son las más afectadas por esta problemática. “Al final de cuentas, son los que sufren las consecuencias directas”, afirmó.
La beca le permite ser observadora en dos conferencias sobre el cambio climático: la primera en Alemania y la segunda en Azerbaiyán. Durante estos eventos, los participantes se dividen en equipos para seguir las negociaciones sobre financiamiento para mitigar el calentamiento global. Aunque no participan directamente en las discusiones, tienen la oportunidad de pronunciar discursos. En su intervención, Betzabeth abordó la justicia climática y la situación de los pueblos indígenas frente al cambio climático, subrayando la necesidad de visibilizar sus voces en estos foros.
Las comunidades indígenas enfrentan consecuencias significativas debido a su estrecha relación con la naturaleza. Betzabeth destacó que las mujeres, en particular, son las primeras en sentir el impacto del cambio climático. En su comunidad, desempeñan roles esenciales como parteras, curanderas y productoras de mezcal, una bebida de gran importancia cultural y económica. Sin embargo, el cambio climático ha traído desafíos, como sequías e incendios forestales que han devastado ecosistemas y afectado sus medios de vida.
Martínez Gutiérrez es una firme defensora del empoderamiento de las mujeres en su comunidad. “Sin darse cuenta, las mujeres han liderado para salvaguardar los ecosistemas y las comunidades indígenas”, expresó. Su aspiración a largo plazo es impulsar la producción del mezcal a nivel nacional e internacional, contribuyendo así al desarrollo económico de su comunidad.
Desde pequeña, Betzabeth soñaba con estudiar en la UNAM, y su logro como la primera mujer universitaria de su familia es un testimonio de su perseverancia. “La UNAM significa una institución que aporta valores, herramientas y oportunidades”, reflexionó. Su educación ha sido clave para llegar a la Conferencia de la ONU, y actualmente trabaja en el rescate de su lengua materna, además de agradecer a sus padres por su apoyo incondicional.
La historia de Betzabeth Martínez Gutiérrez resalta la importancia de la representación y el empoderamiento en la lucha contra el cambio climático, un desafío global que requiere la participación activa de todas las voces, especialmente de aquellas que han sido históricamente marginadas. Su participación en la ONU es un paso hacia un futuro más inclusivo y sostenible.