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Con expresiones de tristeza y reclamos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación se entregó la medalla Belisario Domínguez a Elena Poniatowska

Con la ausencia de los titulares del Poder Ejecutivo y Judicial el Senado de la República entrego la Medalla Belisario Domínguez 2022, a la escritora mexicana Elena Poniatowska

Por Félix Muñiz 

Como cada año y como parte de la Sesión Solemne que lleva acabo el Senado de la República, la senadora  Alejandra Lagunes Soto Ruiz, dió lectura a la histórica proclama del doctor y Senador Belisario Domínguez.

Por tratarse de un asunto urgentísimo para la salud de la Patria, me veo obligado a prescindir de las fórmulas acostumbradas y suplicar a usted se sirva dar principio a esta sesión tomando conocimiento de este pliego y dándolo a conocer en seguida a los señores  Senadores. Insisto, señor Presidente, en que este asunto debe ser conocido por el Senado en este mismo momento, porque dentro de pocas horas lo conocerá el público y urge que el Senado lo conozca antes que nadie. 

Todos vosotros habéis leído con profundo interés el informe presentado por D. Victoriano Huerta ante el Congreso de la Unión el 16 del presente. 

Indudablemente, señores Senadores, lo mismo que a mí, os ha llenado de indignación el cúmulo de falsedades que encierra ese documento. ¿A quién se pretende engañar, señores? ¿Al Congreso de la Unión? No, señores, todos sus miembros son hombres ilustrados que se ocupan de política, que están al corriente de los sucesos del país y que no pueden ser engañados sobre el particular. Se pretende engañar a la Nación Mexicana, a esta noble Patria que confiando en su honradez y en vuestro valor, ha puesto en vuestras manos sus más caros intereses. 

Y  a nombre  del Senado para referirse a la trayectoria de la escritora y periodista Elena Poniatowska Amor y destacar sus incuestionables méritos, la legisladora del PES  Sasil de León Villard,  recordó que a nuestro país llegó una princesa por mar, humilde y modesta, pero una verdadera princesa nacida en París en 1932 en una familia formada por el último descendiente del Rey de Polonia y una distinguida mujer mexicana.

Hélène Elizabeth Poniatowska Amor llegó a México a la edad de 10 años, junto a su madre doña Paula Amor y su hermana Kitzya.

Contra todo pronóstico por su origen aristocrático, aquella niña que llegó sin saber hablar español y que poco a poco fue aprendiendo su nuevo idioma en la calle o platicando con las personas que trabajan en la casa, crecería para definir el papel de la mujer en el mundo cultural de México.

Aquella niña francesa que, a pesar de no haber nacido en México, se considera a sí misma como más mexicana que el mole.

La figura de doña Elena Poniatowska no requiere introducción alguna, pues ha logrado contribuir desde el mundo de las letras para darle a la mujer un papel central en nuestra sociedad. Sin excluir a los hombres, ha logrado darnos un sitio único, a desbaratar las falsedades del machismo, no solamente de una manera feminista, sino también humana.

Todo transcurría con normalidad cuando saliéndose del tema del Galardón Belisario Domínguez  dijo la senadora chiapaneca “quiero y aprovecho este recinto histórico, esta tribuna histórica para condenar enérgicamente la decisión de la Suprema Corte de Justicia sobre la Guardia Nacional, es inverosímil tal decisión, porque quedaron a la deriva sin definición sólo 130 mil elementos.

Y la rechifla no se hizo esperar al extremo que los senadores de oposición le gritaban, fuera, fuera, fuera.

 

La periodista y escritora Elena Poniatowska Amor, dijo sentir tristeza que no nos acompañe el señor Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

 

 

“Ahora en 2023, cuando cumplo 91 años, y todavía subo la escalera de la canción, que dice: “Que para subir al cielo se necesita una escalera grande y otra chiquita”, el Senado de la República me concede la enorme, la enorme distinción entregada a quienes tanto he admirado”.

¡Alguna vez lo imaginé!

No, no.

Los premios son una puerta que se abre de pronto, un regalo, una posibilidad de futuro y un reconocimiento al pasado para los que, como yo, se despide.

 

 

 

 

 

 

 

 

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