Los nombramientos fueron aprobados con 28 votos a favor, cero en contra y cuatro abstenciones
Por Félix Muñiz
En una sesión de la Comisión Permanente marcada por la controversia y el desacuerdo, 25 nuevos magistrados fueron nombrados para ocupar las vacantes en las salas regionales del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA).
Esta decisión, respaldada con 28 votos a favor, cero en contra y cuatro abstenciones, ha generado un intenso debate sobre la idoneidad y la transparencia del proceso de selección.
El presidente de la Primera Comisión: Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia, el senador Navor Alberto Rojas Mancera de Morena, defendió el dictamen, destacando el compromiso de atender el rezago jurisdiccional en materia contencioso-administrativa. Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar.
Desde el Partido Acción Nacional (PAN), el diputado Miguel Humberto Rodarte De Lara expresó su preocupación por la falta de criterios claros en la selección. “Más de la mitad de los perfiles presentados tienen una carrera judicial destacada, pero existen otros que no cumplen con la idoneidad necesaria para ocupar estos cargos”, argumentó al explicar la decisión de abstenerse de votar.
El debate se centró en la calidad de los perfiles propuestos por el Ejecutivo Federal. A pesar de reconocer que algunos candidatos cuentan con una trayectoria adecuada, el diputado señaló que la falta de un proceso de votación individual impidió separar a los candidatos idóneos de aquellos que podrían no estar preparados para el cargo.
En contraste, el diputado Ángel Benjamín Robles Montoya del PT defendió vehementemente las designaciones. “Estos nombramientos son fundamentales para continuar con nuestra labor de transformar las instituciones y garantizar una correcta impartición de justicia”, afirmó. Robles Montoya subrayó que todos los candidatos cumplen con los requisitos legales y demostraron tener el perfil necesario durante su comparecencia ante la Comisión.
La falta de consenso y la polarización en torno a este proceso de nominación resaltan las profundas divisiones dentro del Congreso. Mientras unos ven estos nombramientos como una oportunidad para fortalecer la administración de justicia, otros cuestionan la opacidad y la falta de criterios claros en la selección de candidatos.
El TFJA, encargado de resolver controversias entre los particulares y las autoridades federales, enfrenta ahora el desafío de restaurar la confianza pública en medio de un panorama político y judicial cada vez más complejo. La legitimidad de las decisiones que emanen de estas salas regionales estará en entredicho si persisten las dudas sobre la independencia y la imparcialidad de sus nuevos integrantes.
Este nombramiento de 25 magistrados para el TFJA no solo refleja la urgencia de cubrir vacantes judiciales, sino también la necesidad imperante de revisar y fortalecer los procesos de selección y ratificación de jueces en México. La ciudadanía observa con atención cómo se desenvuelve este episodio, consciente de que la integridad del sistema judicial es crucial para el estado de derecho y la estabilidad democrática del país.