El INE califica como irresponsables este pronunciamiento, sino que además trivializan y banalizan la violencia sexual.
Por Félix Muñiz
Los pronunciamientos del diputado de Morena por Tamaulipas Marte Alejandro Ruiz Nava, muestran un Grave desconocimiento de la violencia de Género y el Instituto Nacional Electoral fijo su postura.
El legislador morenista dice que así como existe un Instituto de las Mujeres o una Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer, debería existir también para los hombres
Y es que las recientes declaraciones del legislador tamaulipeco Alejandro Ruiz Nava, han generado una ola de indignación y rechazo por su cuestionable visión sobre la violencia de género. Ruiz Nava ha afirmado que la negativa de una mujer a mantener relaciones sexuales con su pareja constituye una forma de violencia.
Esta propuesta no solo evidencia un alarmante desconocimiento de la realidad psicosocial que enfrentan las mujeres en México, sino que también perpetúan nociones perjudiciales y arcaicas sobre la autonomía sexual y los derechos de las mujeres.
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, el 39.9% de las mujeres en México han sido violentadas por sus parejas, y un preocupante 47.7% ha experimentado violencia sexual a lo largo de su vida, lo que representa un aumento del 8.4% en comparación con 2016. Esta realidad desoladora pone de relieve el grave problema de violencia de género en el país y las enormes dificultades que enfrentan las mujeres para hablar y denunciar estos abusos.
La ENDIREH también revela que del total de mujeres que han sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas, solo el 13.1% ha denunciado estos actos, mientras que el 78.3% no ha solicitado apoyo ni presentado una queja formal. Las razones para no denunciar incluyen miedo a las consecuencias (22.2%), vergüenza (18.0%) y el temor a que la familia se entere (12.7%), lo que refleja la presión psicológica y social que impone la cultura machista y el ciclo de violencia.
En este contexto, las afirmaciones del Diputado Ruiz Nava no solo son irresponsables, sino que además trivializan y banalizan la violencia sexual. Al considerar la negativa de una mujer a tener relaciones sexuales como una forma de violencia, Ruiz Nava perpetúa la noción obsoleta de que las mujeres deben estar siempre disponibles sexualmente para sus parejas. Esta visión contraria a los principios de autonomía y respeto por los derechos sexuales de las mujeres contribuye a un entorno donde la violencia sexual y de género sigue siendo minimizada.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha respondido enérgicamente, subrayando que las expresiones del diputado revelan un profundo desconocimiento de la realidad que enfrentan muchas mujeres en México. El INE ha hecho un llamado a la sensibilización y capacitación en derechos humanos con perspectiva de género, instando a la Diputación Permanente, Junta de Gobierno y Mesa Directiva de la legislatura del Estado de Tamaulipas a tomar acciones concretas para abordar esta cuestión. También se ha invitado al Diputado Ruiz Nava a participar activamente en estas capacitaciones y a respetar los derechos humanos de las mujeres.
Además, el INE ha instado a los partidos políticos en Tamaulipas a reforzar sus esfuerzos para erradicar comportamientos y discursos que perpetúen la violencia de género, enfatizando la necesidad de una cultura política que promueva el respeto y la igualdad. También se ha hecho un llamado a los hombres para que cuestionen y desmonten las masculinidades hegemónicas que contribuyen a la violencia contra las mujeres, reconociendo que estos mandatos de género también afectan negativamente a los propios hombres.
En conclusión, las declaraciones del Diputado Marte Alejandro Ruiz Nava no solo representan una grave falta de sensibilidad y conocimiento, sino que también subrayan la urgente necesidad de un cambio cultural y legislativo para proteger adecuadamente los derechos de las mujeres en México. Es imperativo que se tomen medidas efectivas para garantizar que el debate público sobre la violencia de género sea informado y respetuoso de los derechos humanos, promoviendo una verdadera cultura de igualdad y justicia.