Para el 2050, el número de personas mayores de 60 años se duplicará: Instituto Belisario Dominguez del Senado
Por Félix Muñiz
El Instituto Belisario Domínguez (IBD) ha destacado en un reciente estudio la creciente preocupación que representa el envejecimiento de la población para México, subrayando la necesidad apremiante de reformas legislativas y políticas públicas adecuadas.
Según proyecciones del estudio, para el año 2050 se espera que el número de personas mayores de 60 años se duplique, alcanzando cifras significativas que demandarán una atención específica y efectiva por parte del gobierno y la sociedad.
Actualmente, el 12.9% de la población mexicana pertenece al grupo de adultos mayores, una proporción que se espera aumente al 25% para mediados de este siglo. Este incremento demográfico plantea desafíos complejos en términos de integración social, cuidado adecuado y garantía de derechos para esta creciente población.
Concepción Torres Ramírez, autora del estudio del (IBD), resalta la importancia de reformar la legislación existente para adaptarla a las necesidades cambiantes de los adultos mayores. En la actualidad, el Senado de la República tiene en curso 18 iniciativas relacionadas con este tema, reflejando un interés legislativo pero también la urgencia de avanzar en su discusión y aprobación.
Uno de los puntos críticos es la alineación de la legislación mexicana con la Declaración Política y Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, emitidos por la ONU, los cuales establecen directrices claras para la protección y el cuidado de los adultos mayores a nivel global. La Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en México es un primer paso importante, pero se requiere de una revisión y reforma más amplia para asegurar su eficacia y adecuación a las realidades futuras.
El estudio del (IBD) destaca que las políticas públicas deben enfocarse no solo en el cuidado físico y médico de los adultos mayores, sino también en su integración activa en la sociedad y en la economía. Esto implica la creación de programas de capacitación, oportunidades laborales adaptadas, y espacios comunitarios accesibles y seguros.
Además, se subraya la importancia de fortalecer los sistemas de seguridad social y pensiones, garantizando ingresos dignos y suficientes para los adultos mayores que les permitan vivir con dignidad y cubrir sus necesidades básicas.
En términos de infraestructura, es esencial adaptar los entornos urbanos y rurales para hacerlos más amigables con los adultos mayores, promoviendo el acceso universal a servicios de salud, transporte y recreación.
Para concluir, el estudio del (IBD) enfatiza la necesidad de un enfoque integral y proactivo por parte de las autoridades mexicanas. Esto incluye no solo la reforma legislativa, sino también la asignación adecuada de recursos y la colaboración estrecha con organizaciones civiles y académicas para diseñar e implementar políticas públicas efectivas que aseguren el bienestar y la inclusión de la población adulta mayor en todos los ámbitos de la sociedad mexicana.
En suma, el envejecimiento de la población no solo representa un reto demográfico, sino también una oportunidad para fortalecer el tejido social y económico del país, siempre y cuando se adopten medidas decisivas y comprometidas desde el ámbito legislativo y gubernamental.