Lamentamos también el actuar de algunos ministros, que traicionaron los principios constitucionales que juraron proteger. La historia y la democracia los juzgarán
Por Félix Muñiz
Hoy, en un mensaje lleno de frustración y preocupación, la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado de la República calificó el día como “profundamente triste para México”, en respuesta a la reciente resolución tomada por algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La postura del PAN, que ya ha generado un intenso debate en la arena política, subraya lo que consideran un grave golpe a la democracia y al sistema de división de poderes que históricamente ha sostenido a México.
La coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN Guadalupe Murguía, no ocultó el malestar frente a lo que perciben como un acto de traición hacia los principios constitucionales. “La historia juzgará este momento como un tiempo de oscuridad, donde un régimen autoritario, en su afán de consolidar el poder absoluto, ha socavado nuestra democracia”.
Para los senadores del PAN, este es un día de reflexión sobre la erosión del sistema judicial mexicano y el peligro que representa la creciente concentración de poder en manos del Ejecutivo.
El PAN no escatimó en reconocer a aquellos ministros de la SCJN que, a su parecer, han mantenido su integridad al resistir presiones y defender la Constitución. Estos ministros, afirman, se han erigido como los verdaderos guardianes de la independencia del Poder Judicial, y su valentía ha sido destacada en un contexto político donde las tensiones entre los distintos poderes son cada vez más evidentes.
Sin embargo, la principal crítica de la bancada panista se centra en el actuar de “algunos ministros” que, según ellos, han traicionado los principios fundamentales que juraron proteger al tomar decisiones que, para los opositores al gobierno actual, favorecen un régimen autoritario. “La historia y la democracia los juzgarán”, advirtieron, apuntando a la trascendencia de este momento en la historia política y judicial del país.
El mensaje concluyó con una muestra de solidaridad hacia los trabajadores del Poder Judicial, a quienes la bancada del PAN considera las “verdaderas víctimas” de lo que perciben como una imposición externa al ámbito judicial.
“Desde el PAN recurriremos a todas las vías legales y políticas posibles dentro y fuera de México para acompañarlos en su lucha por una justicia profesional e independiente”, señalaron, dejando claro su compromiso de defender la autonomía del poder judicial frente a lo que consideran un ataque a la imparcialidad de la justicia en México.
Un sistema judicial bajo la lupa
El posicionamiento de la bancada panista pone en evidencia la polarización y los cuestionamientos a la SCJN que han caracterizado los últimos meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Para muchos, la independencia de la Corte ha sido puesta en entredicho, y la lucha por mantener un sistema judicial autónomo parece estar alcanzando un punto crítico. La postura del PAN, que apuesta por la defensa de un sistema de “pesos y contrapesos”, plantea un desafío a la narrativa oficial que, según sus detractores, ha buscado controlar o cooptar las instituciones del país.
La resolución de la SCJN que originó esta controversia no solo ha sacudido el ámbito político, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del poder judicial en México. En este contexto, se vislumbra un debate crucial sobre el rol de la Suprema Corte, la autonomía de sus ministros y la lucha por un sistema de justicia que, según el PAN, hoy se ve seriamente amenazado.
La lucha por la independencia judicial continúa
En medio de este conflicto, la reacción del PAN es clara: defender la independencia del Poder Judicial y garantizar que los principios constitucionales prevalezcan frente a lo que consideran un asedio a la democracia. Sin embargo, las próximas semanas podrían revelar el alcance real de estas tensiones y cómo la sociedad mexicana percibe el papel de la SCJN en la preservación de su sistema de gobierno.
Este es, sin lugar a dudas, un momento decisivo para México, donde las acciones de los actores clave del sistema judicial y legislativo definirán el futuro de la democracia mexicana.