Se escenifica en el Poder Legislativo una discusión fragosa y amplia entre las y los legisladores; los matices y carácter que adquiere aquí la democracia deliberativa
Por Félix Muñiz
En el marco del Tercer Año de Ejercicio de nuestra Legislatura, damos inicio a su Segundo Periodo de Sesiones, manifestó la Presidenta de la Cámara de Diputados Marcela Guerra Castillo al tiempo de señalar que con él nos acercamos a la culminación de la responsabilidad que como parte del Congreso nos fue conferida por la voluntad popular.
Las próximas sesiones sellarán nuestro papel en esta LXV Legislatura de la Cámara de Diputados, y ahí quedará constancia de la interpretación que hayamos dado al desempeño de nuestra encomienda para el control y fiscalización de la labor gubernamental y de la función en la discusión de iniciativas y, consecuentemente, aprobación de leyes y decretos.
El protagonismo que ha alcanzado el Congreso de la Unión en esta fase tiene el signo de una intensa pluralidad política que impacta el perfil de los grupos parlamentarios, ya sea por su identidad con el partido en el gobierno o con los de oposición.
Se escenifica en el Poder Legislativo una discusión fragosa y amplia entre las y los legisladores; los matices y carácter que adquiere aquí la democracia deliberativa la distinguen de otras etapas y anuncia una perspectiva que ha de enriquecer nuestra visión republicana.
Nos corresponde a nosotras y nosotros quienes integramos esta Legislatura abrir el mejor cauce a la dinámica que tiene lugar en la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo y del valor que tienen tanto los consensos como los disensos. Los próximos meses serán fundamentales para ello.
Ha de cumplirse una encomienda inscrita en nuestro régimen republicano para bien de la vida democrática del país.
Esta Presidencia seguirá esmerándose en ser garante del cauce institucional que debe de enmarcar nuestra vida parlamentaria y republicana.