Criticaban la apertura energética del PRI en 2013, pero hoy defienden las mismas medidas que antes llamaban “traición a la patria
Por Félix Muñiz
El senador Manuel Añorve Baños, coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado, lanzó una crítica contundente a la reforma energética impulsada por Morena, durante la discusión de las leyes secundarias de esta reforma.
En un discurso demoledor, el legislador priista por el Estado de Guerrero Manuel Añorve acusó a los legisladores de Morena de traicionar su propio discurso, exhibiendo una clara contradicción en sus políticas energéticas.
El político guerrerense Manuel Añorve señaló que muchos de los mismos legisladores que ahora promueven la reforma energética de 2025, fueron los mismos que, en 2013, criticaban ferozmente cualquier tipo de apertura al sector energético.
En ese entonces, acusaban al PRI de entregar el petróleo y la electricidad a los intereses extranjeros, llamando a la privatización un acto de “traición a la patria”. Sin embargo, hoy, la realidad es completamente diferente. Según Añorve, Morena y sus aliados no solo han dejado atrás esas acusaciones, sino que ahora celebran como un “logro” lo que antes repudiaban.
“Pasaron de gritar ‘¡Fuera las multinacionales!’ a ponerles un tapete rojo y brindarles incentivos para que inviertan”, declaró el senador priista. Añorve también denunció cómo Morena, que antes se oponía rotundamente a cualquier financiamiento privado en Pemex y CFE, ahora se ve en la necesidad desesperada de este tipo de inversiones. “De ‘¡Jamás un centavo privado en CFE y Pemex!’ a ‘¿Me prestas tu chequera para mi nueva refinería?'”, dijo con ironía.
En su intervención, Añorve Baños también recordó las promesas incumplidas por parte del gobierno de la Cuarta Transformación, especialmente en lo que respecta a la reducción de los precios de los combustibles. “¿No decía el expresidente que la gasolina estaría en 10 pesos el litro? Hoy está en 27 pesos. Y de la luz ni hablar, las amas de casa ya no quieren ni tocar el recibo”, señaló, advirtiendo que estas promesas no solo no se han cumplido, sino que la situación ha empeorado.
El senador añadió que la reforma energética propuesta por el oficialismo no ha beneficiado a los ciudadanos, sino que ha generado un “desastre energético”, que ha traído consigo más corrupción, despilfarro de recursos y una creciente deuda en Pemex.
La refinería de Dos Bocas, cuyo costo ha superado los 20 mil millones de dólares sin estar operativa, fue otro de los ejemplos que Añorve presentó como prueba de la ineficiencia del gobierno de López Obrador en el manejo del sector energético.
El senador priista fue tajante en su postura, asegurando que la bancada del PRI votaría en contra de esta reforma energética, que, según él, representa un retroceso para el país. “México no merece un gobierno de farsantes”, concluyó Añorve, señalando que solo en política es posible que dos sexenios transformen a un “traidor a la patria” en un “visionario de la modernidad”.
Otros senadores del PRI también se sumaron a las críticas hacia la reforma energética de Morena.
La senadora Claudia Edith Anaya Mota se dio el lujo de sacar de su ignorancia a los senadores de Morena, porque para empezar nunca se ha perdido la rectoría de Pemx y CFE.
La senadora Anabell Ávalos Zempoalteca denunció que la reforma ha sido un fracaso que ha incrementado los precios de los combustibles y provocado una crisis de deuda en Pemex. Por su parte, Miguel Ángel Riquelme Solís acusó al gobierno de centralizar el poder, debilitando la transparencia y la competencia en el sector energético.
Mientras tanto, Carolina Viggiano Austria y Rolando Zapata Bello coincidieron en que la reforma de Morena ha desmantelado los avances logrados en 2013, al tiempo que ha incrementado la dependencia energética de México y ha puesto en peligro la inversión en energías limpias.
El senador Ángel García Yáñez cerró la ronda de intervenciones al calificar la reforma como un retroceso que no solo elevará los costos de los servicios, sino que limitará las oportunidades de crecimiento para el país. “Esta reforma no fortalece a México, lo debilita; no es soberanía energética, es dependencia y atraso”, sentenció.
En conclusión, la bancada del PRI dejó claro que se oponen a la reforma energética de Morena, acusando al gobierno de traicionar sus propios principios y de generar más problemas que soluciones en el sector energético. Las críticas apuntan a que la reforma no solo representa un retroceso, sino que las políticas impulsadas por Morena dañan la soberanía, limitan la inversión y debilitan el desarrollo del país en los próximos años.