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Energías Renovables Marinas: Un Potencial Inexplorado para México: UNAM

Existen también el gradiente de temperatura y el de salinidad de los que se puede obtener electricidad, afirmó Cecilia Enríquez Ortiz

Por Félix Muñiz

En un mundo cada vez más comprometido con la sostenibilidad, las energías renovables emergen como un recurso crucial. En el caso de México, un país con extensas costas tanto en el Pacífico como en el Golfo de México, el aprovechamiento de las energías marinas se presenta como una oportunidad prometedora y aún subexplotada.

Las energías marinas renovables no se limitan únicamente a las olas y corrientes marinas visibles. Según la Dra. Cecilia Enríquez Ortiz, profesora de Oceanografía y Procesos Costeros de la UNAM, existen recursos como el gradiente de temperatura y salinidad que también pueden convertirse en fuentes viables de electricidad. Este potencial energético aún no ha sido completamente investigado ni explotado, a pesar de las iniciativas gubernamentales y académicas que buscan su desarrollo.

En México, 17 de las 32 entidades federativas colindan con zonas marítimas, lo cual convierte al país en un candidato ideal para la implementación de tecnologías que capturan y transforman la energía del océano. La creación del Centro de Investigación en Energías Renovables del Océano hace casi una década fue un paso crucial hacia la exploración de estos recursos. La colaboración entre académicos y el gobierno ha permitido avanzar en el entendimiento y aplicación de tecnologías para captar energía de las mareas, corrientes y otros fenómenos marinos.

Las posibilidades son variadas: desde convertidores que capturan la energía de las olas hasta turbinas que aprovechan las corrientes marinas en lugares estratégicos como el Golfo de California y las costas de Quintana Roo. Específicamente, la corriente de Yucatán se destaca como una de las más intensas y estables del mundo, lo que la convierte en un activo invaluable para la generación de energía renovable en México.

Es crucial subrayar que la previsibilidad y la constancia de estas fuentes de energía son factores determinantes. A diferencia de otras fuentes renovables, como la solar o eólica, donde la disponibilidad puede variar según las condiciones climáticas, las energías marinas ofrecen un potencial constante y predecible, una vez que se establecen las tecnologías adecuadas para su captación.

El gradiente de temperatura, por ejemplo, aprovecha la diferencia térmica entre las capas superficiales y profundas del océano, mientras que el gradiente de salinidad se basa en el intercambio iónico entre aguas dulces y salinas. Ambos métodos requieren tecnologías especializadas pero prometen una fuente continua de energía.

Para avanzar en este campo, es esencial continuar con la investigación y el desarrollo de tecnologías que no solo sean eficientes en la captura de energía marina, sino también respetuosas con el medio ambiente y económicamente viables. La experiencia acumulada en otros países muestra que la energía marina puede ser una pieza fundamental en el mosaico energético global y un motor de crecimiento económico y desarrollo tecnológico.

En resumen, las energías renovables marinas representan una oportunidad única para México. Con el compromiso adecuado en investigación, desarrollo y colaboración entre sectores público y privado, el país puede posicionarse como un líder regional en la captura y uso eficiente de estas fuentes energéticas limpias y abundantes. Es hora de mirar hacia el mar y aprovechar su potencial ilimitado para construir un futuro más sostenible y próspero para todos.

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