La Facultad de Enfermería y Obstetricia a formado en 25 años a 5, 500 licenciados
Por Félix Muñiz
El 31 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Obstetricia y la Embarazada, una fecha que destaca el papel crucial de las enfermeras obstétricas y perinatales en la atención integral del embarazo, parto, puerperio y recién nacido. Rosa Amarilis Zárate Grajales, directora de la Facultad de Enfermería y Obstetricia (FENO) de la UNAM, resalta la importancia de estos profesionales en la identificación y valoración de riesgos durante el proceso perinatal.
En los últimos 25 años, la FENO ha formado a cerca de 5,500 licenciados en Enfermería y Obstetricia. Esta formación ha sido fundamental para mejorar la atención en las instituciones hospitalarias, especialmente en la segunda mitad del embarazo, después de la semana 20 de gestación. En esta etapa, es posible identificar alteraciones como hipertensión, diabetes gestacional, amenaza de parto pretérmino, prematurez y asfixia perinatal, condiciones que requieren atención especializada para prevenir complicaciones graves.
Zárate Grajales enfatiza que, según la Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-2016, la vigilancia prenatal debe iniciar entre las semanas seis y ocho de gestación. Esta norma establece la importancia de la vigilancia temprana para implementar medidas preventivas que eviten desviaciones en la salud materna y neonatal. Durante el puerperio inmediato, la vigilancia debe ser estrecha para prevenir complicaciones como hemorragia posparto, sepsis puerperal y depresión posparto.
Las enfermeras obstétricas y perinatales desempeñan un papel crucial en la atención de bajo riesgo. Están capacitadas para gestionar el embarazo, el parto y el puerperio en entornos humanizados. Esto significa que promueven un parto con mínima intervención médica, evitando cesáreas innecesarias y episiotomías, y permitiendo un corte tardío del cordón umbilical. Además, fomentan un ambiente en el que la mujer puede elegir su posición durante el parto, evitar medicamentos no deseados y estar acompañada por un familiar o persona de su confianza.
El objetivo es promover un parto humanizado, donde se respeten las preferencias y necesidades de la madre. La atención se basa en un modelo en el que la mujer tiene mayor control sobre su experiencia de parto, en un entorno habilitante que respeta sus decisiones.
Las enfermeras obstétricas y perinatales también juegan un papel clave en la reducción de la mortalidad materna. La disminución de estas muertes es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y aunque se ha avanzado, aún queda mucho por hacer. Según datos de la semana epidemiológica 4 de 2024, la razón de mortalidad materna ha disminuido a 16.5 defunciones por cada 100,000 nacimientos, lo que representa una reducción del 47.4% en comparación con el año anterior. Sin embargo, Zárate Grajales subraya que es esencial incorporar más personal calificado para seguir reduciendo estas cifras.
Las enfermeras obstétricas también contribuyen a la preparación preconcepcional, ofreciendo educación y orientación sobre salud reproductiva, desde la toma de ácido fólico hasta la gestión del peso y la alimentación adecuada. Esta preparación es clave para asegurar un embarazo saludable.
A pesar de los avances, aún existen desafíos. La implementación de espacios habilitados para la atención respetuosa, como las salas de labor-parto-recuperación, sigue siendo limitada. Sin embargo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de Investigación Materno Infantil han desarrollado modelos de atención que se han implementado en unidades en el Estado de México y la alcaldía Iztapalapa en la Ciudad de México, demostrando el compromiso con la atención de calidad y humanizada.
El libro “Experiencias de parto humanizado en México. Trazando el futuro”, coordinado por Zárate Grajales y Gustavo Nigenda, y presentado en ferias internacionales, recoge experiencias en este ámbito y destaca la importancia de la atención integral y respetuosa. La FENO ha jugado un papel destacado en la elaboración de normas y en la formación de profesionales que abogan por un parto respetado y humanizado.
En resumen, las enfermeras obstétricas y perinatales son fundamentales para ofrecer una atención integral durante el embarazo y el parto. Su capacitación y el enfoque en la humanización del parto son claves para mejorar los resultados de salud materna y neonatal en México.