La asistencia escolar de estos alumnos aumento en 45%. Sin embargo, su formación no mejoro
Por Félix Muñiz
La educación en México ha sido durante mucho tiempo un tema de debate y preocupación nacional. A pesar de los esfuerzos por aumentar la escolarización, un estudio reciente del Instituto Belisario Domínguez (IBD) revela que los jóvenes de 15 años en el país enfrentan problemas persistentes en la calidad de su aprendizaje.
Entre los años 2000 y 2022, la asistencia escolar de estos jóvenes aumentó en un impresionante 45%. Sin embargo, este incremento no se tradujo en mejoras sustanciales en los resultados educativos. Las pruebas PISA, una evaluación internacional ampliamente reconocida, muestran que un alto porcentaje de estudiantes mexicanos continúan enfrentando deficiencias en los conocimientos fundamentales.
El estudio del IBD, titulado “Las pruebas PISA: jóvenes con niveles bajos de desempeño en México”, destaca que, a pesar del aumento en la asistencia escolar, los porcentajes de jóvenes mexicanos que obtienen niveles bajos de desempeño en Lectura y Ciencias apenas han experimentado cambios significativos desde el año 2000. Esto es alarmante y plantea interrogantes sobre la eficacia de las políticas educativas implementadas en el país.
La investigadora Concepción Torres Ramírez, autora principal del estudio, subraya que incluso antes de la pandemia, México ya enfrentaba desafíos educativos significativos. Sin embargo, la crisis sanitaria solo ha exacerbado estas deficiencias, dejando al descubierto aún más las fallas en el sistema educativo nacional.
Comparado con otros países latinoamericanos como Brasil, Chile, Argentina, Uruguay y Colombia, los resultados de México en las pruebas PISA son desalentadores. Si bien México se ubica en el nivel medio en términos de porcentajes de estudiantes con niveles bajos de desempeño, países como Chile y Uruguay registran tasas menores en todas las áreas evaluadas. Por otro lado, Colombia, Argentina y Brasil presentan porcentajes mayores, lo que sugiere que México aún tiene un largo camino por recorrer para mejorar su sistema educativo.
Desde el año 2000, México ha participado en las pruebas PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con el objetivo de evaluar los conocimientos y habilidades de sus estudiantes en comparación con los de otros países. Sin embargo, los resultados parecen indicar que se necesitan cambios estructurales y políticas más efectivas para abordar las deficiencias en la calidad educativa.
En conclusión, el estudio del IBD pone de manifiesto la urgente necesidad de reformas en el sistema educativo mexicano. Aumentar la escolarización es un paso en la dirección correcta, pero es igualmente importante garantizar que los jóvenes reciban una educación de calidad que los prepare para enfrentar los desafíos del mundo moderno. Si México quiere alcanzar sus metas de desarrollo y prosperidad, debe priorizar la mejora de la calidad educativa en todos los niveles.