El presidente del Senado califica de facciosa la decisión de la Corte de analizar la reforma al Poder Judicial
Por Félix Muñiz
El presidente del Senado de la Republica Gerardo Fernández Noroña en un reciente y controversial pronunciamiento ha descalificado la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de revisar la constitucionalidad de la reforma al Poder Judicial.
Con una fuerte carga retórica, el senador de Morena Gerardo Fernández acusó a la Suprema Corte de actuar de manera facciosa, argumentando que su decisión implica una usurpación de las atribuciones del Poder Legislativo. Este choque de poderes ha suscitado críticas y apoyos en el ámbito político, revelando las tensiones latentes en el sistema democrático del país.
Durante su declaración, el ex diputado del PT Noroña Fernández enfatizó que la SCJN, al decidir analizar la reforma, se erige como un poder superior al Legislativo, lo que considera inaceptable. “La Suprema Corte de Justicia de la Nación, por ocho votos a favor, demostró su carácter faccioso al plantear que está por encima del Poder Legislativo, que tiene atribución soberana como constituyente permanente de reformar la Constitución”, expresó el senador.
Su retórica no se detuvo ahí; subrayó que ni la Corte ni el Poder Judicial tienen la autoridad para revisar las decisiones del Legislativo, argumentando que la soberanía reside en el pueblo.
Este enfrentamiento no solo resalta las diferencias de interpretación constitucional entre las ramas del gobierno, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del sistema judicial en México. Noroña reiteró su firme intención de llevar a cabo la elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular el primer domingo de junio de 2025, desafiando cualquier intento de la SCJN de obstaculizar este proceso.
Sin embargo, esta postura no ha sido compartida por todos. Claudia Anaya, senadora del PRI, aplaudió la determinación de la Corte, sugiriendo que esta acción refuerza el funcionamiento del sistema republicano. “La República funciona, y deseo de todo corazón que siga funcionando”, manifestó, resaltando la importancia del respeto a la legalidad y a las instituciones.
Por otro lado, Alejandro “Alito” Moreno, presidente nacional del PRI, advirtió que la declaración de Noroña podría desencadenar una crisis constitucional. “Se va a generar una crisis y esto se está llevando al máximo. La ley es la ley y tenemos que respetarla”, aseguró. Moreno aboga por un diálogo constructivo entre las diferentes instancias del poder, enfatizando la necesidad de encontrar puntos de acuerdo que fortalezcan la gobernabilidad en el país.
La controversia entre Fernández Noroña y la SCJN pone de relieve un desafío crítico en la política mexicana: la necesidad de mantener un equilibrio entre los poderes del Estado y el respeto a la Constitución. Mientras algunos ven en la reforma un avance hacia una mayor democratización del sistema judicial, otros la perciben como una amenaza a la independencia del Poder Judicial. Este debate se enmarca en un contexto donde la polarización política se intensifica, y las decisiones institucionales son cuestionadas desde diversos flancos.
A medida que se acercan las elecciones de 2025, la discusión sobre la reforma al Poder Judicial y el papel de la SCJN se vuelve más urgente. La postura de Noroña, aunque firme, podría tener repercusiones en la confianza pública hacia las instituciones y en la estabilidad del sistema democrático mexicano. En última instancia, el reto radica en encontrar un camino que respete las decisiones del pueblo y la integridad del Estado de derecho, evitando que la política se convierta en un campo de batalla que amenace la cohesión social.