Norma Blazquez Graf enfatizó la necesidad de involucrar a los hombres en la construcción de una cultura de igualdad
Por Félix Muñiz
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) continúa comprometida con la construcción de una sociedad más justa, equitativa e inclusiva. En este contexto, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, subrayó la importancia de consolidar la igualdad de género como una práctica cotidiana que transforme no solo las relaciones dentro de la universidad, sino el quehacer académico y social en su conjunto.
Durante la ceremonia por el quinto aniversario de la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU), Lomelí destacó que la creación de esta instancia ha sido uno de los avances más significativos en la historia reciente de la universidad.
Acompañado por diversas figuras clave, como la titular de la CIGU, Norma Blazquez Graf, y la secretaria de Desarrollo Institucional, Tamara Martínez Ruíz, el rector hizo un llamado a la comunidad universitaria para que la igualdad de género no se quede en un principio rector, sino que se convierta en una práctica activa y transformadora.
En su intervención, el titular de la UNAM Leonardo Lomelí recordó que la CIGU nació como respuesta a las demandas de miles de mujeres universitarias que, durante décadas, habían señalado la necesidad de erradicar la violencia de género, la desigualdad y la exclusión dentro de la universidad. “No puede haber rigor académico ni justicia social mientras persistan las violencias de género”, afirmó. La creación de la CIGU, explicó, también representa un acto de coherencia con los principios fundamentales de la UNAM: libertad, autonomía, justicia, pluralidad y derechos humanos.
A lo largo de estos cinco años, la CIGU ha logrado avances notables. Entre los objetivos alcanzados se incluyen la creación de 129 Comisiones Internas para la Igualdad de Género en todas las entidades académicas y dependencias universitarias, la capacitación de 305 Personas Orientadoras Comunitarias, y la implementación de un Sistema de Seguimiento y Transversalización de la Política Institucional en Materia de Igualdad de Género. Además, la perspectiva de género se ha integrado de manera transversal en los planes de estudio de la UNAM.
Sin embargo, como señaló el rector, los desafíos continúan. La transformación cultural es un proceso largo y complejo, que enfrenta resistencias y retrocesos. En este sentido, resaltó la importancia de las universidades como espacios de pensamiento crítico y generación de nuevos saberes que puedan incidir en el cambio social. La UNAM, subrayó, tiene un compromiso firme con la creación de un entorno libre de violencia, inclusivo y respetuoso de la dignidad de todas las personas que conforman su comunidad.
Norma Blazquez, titular de la CIGU, destacó que uno de los objetivos más importantes del Plan de Desarrollo Institucional es fortalecer la educación en igualdad, desde el bachillerato hasta el posgrado. Además, enfatizó la necesidad de involucrar a los hombres en la construcción de una cultura de igualdad, promoviendo su participación activa en el proceso.
Uno de los retos cruciales que señaló Blazquez es fortalecer la justicia universitaria con perspectiva de género, agilizando la respuesta a las denuncias y garantizando sanciones efectivas frente a la violencia de género. Además, hizo un llamado a evitar la impunidad y los largos procesos que dificultan el acceso a la justicia.
Por su parte, Tamara Martínez recordó que uno de los primeros desafíos al establecer la CIGU fue atender las demandas de los diferentes planteles universitarios en materia de igualdad de género. Reconoció los avances logrados en la normatividad universitaria, como la reciente reforma que incluyó dos vocales especializadas para atender los asuntos de violencia de género en el Tribunal Universitario.
El compromiso de la UNAM con la igualdad de género es un esfuerzo conjunto que involucra tanto a las autoridades como a toda la comunidad universitaria. La implementación de políticas, protocolos y programas no solo refleja un cambio institucional, sino también un cambio cultural profundo, donde la igualdad y la justicia sean la norma que rija todas las interacciones en la universidad.
La transversalización de la igualdad de género en todos los aspectos de la vida universitaria es, sin duda, un desafío continuo. Sin embargo, como lo expresó el rector Lomelí, “sabemos que las universidades son espacios de cambio social”, y la UNAM sigue trabajando para que la igualdad de género sea una realidad palpable y transformadora.