Shadow

La Prolactina tiene beneficios más allá de la lactancia: Antonio Cerbón

Afirma que es un aliado potencial contra enfermedades Neurodegenerativas

Por Félix Muñiz

Durante mucho tiempo, la Prolactina ha sido conocida principalmente por su papel en la lactancia, pero recientes investigaciones sugieren que sus beneficios van mucho más allá de la producción de leche. El profesor e investigador de la Facultad de Química de la UNAM Marco Antonio Cerbón Cervantes, ha destacado que esta hormona puede desempeñar un papel crucial en la neuroprotección y en el neurodesarrollo, abriendo nuevas posibilidades para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.

Desde hace aproximadamente diez años, Antonio Cerbón Cervantes y su equipo han estado investigando las funciones de la prolactina más allá de su impacto en la glándula mamaria.

Sus estudios han revelado que esta hormona no solo es esencial para la lactancia y el desarrollo de las glándulas mamarias, sino que también tiene una influencia significativa en el cerebro. La Prolactina parece promover la neurogénesis, es decir, la formación de nuevas neuronas, y protege contra el daño excitotóxico en las neuronas del hipocampo, una región crucial para la memoria y el aprendizaje.

El avance en la comprensión de la Prolactina ha llevado a la identificación de más de 300 funciones potenciales de esta hormona, que incluyen desde el comportamiento maternal hasta modificaciones en el sistema inmunológico y el sistema nervioso central. Este amplio espectro de acciones subraya la importancia de la Prolactina en la regulación de diversas funciones fisiológicas, particularmente en el cerebro.

Una de las áreas más prometedoras de investigación es el papel de la Prolactina en la neuroprotección. Cerbón Cervantes presentó en su reciente conferencia “La Prolactina, una hormona más allá de la lactancia: sus efectos en el cerebro” cómo la prolactina podría servir como una estrategia innovadora para abordar modelos neurológicos y enfermedades neurodegenerativas. Estos trastornos han mostrado un incremento en los últimos años, y la capacidad de la prolactina para regular procesos neuronales podría ofrecer nuevas vías para su tratamiento.

Los experimentos realizados con roedores han mostrado que la prolactina puede regular varios procesos fisiológicos en el cerebro al activar ciertos genes relacionados con funciones neuronales. Esta hormona parece tener efectos importantes en la memoria, el aprendizaje, la plasticidad sináptica y el neurodesarrollo, especialmente en el hipocampo.

Además, la Prolactina ha mostrado ser capaz de proteger las neuronas contra la excitotoxicidad, que es el daño causado por el exceso de aminoácidos excitatorios. Esta propiedad puede ser particularmente valiosa en situaciones de estrés, epilepsia, o después de lesiones cerebrales.

Sin embargo, aunque los hallazgos son prometedores, aún queda mucho por explorar. Cerbón Cervantes destacó la necesidad de investigar más a fondo el rol de la Prolactina en enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, así como su potencial en la protección neuronal durante el envejecimiento. Aunque los estudios hasta ahora se han centrado en modelos de roedores, la complejidad de la neurogénesis en humanos representa un desafío significativo para trasladar estos descubrimientos a tratamientos efectivos.

En conclusión, la Prolactina está emergiendo como una hormona con un potencial significativo más allá de sus funciones tradicionales en la lactancia. Con el avance continuo en la investigación, es posible que en el futuro veamos nuevas estrategias terapéuticas basadas en esta hormona para tratar y prevenir enfermedades neurodegenerativas, marcando un avance importante en el campo de la neuroprotección y el neurodesarrollo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *