El déficit de justicia, lo podrido de la Corte en algunos de sus sectores, el tráfico de influencia, la invasión de poderes, la arrogancia con la que se actuó ya no era tolerable para el pueblo de México
Por Félix Muñiz
El presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados Ricardo Monreal Ávila, defendió la Reforma Judicial implementada en México, desestimando los comentarios del expresidente Ernesto Zedillo, quien había advertido que esta reforma podría abrir la puerta a una tiranía y al debilitamiento de las instituciones democráticas.
El diputado de Morena Ricardo Monreal sostuvo que la reforma era “indispensable” y “necesaria” para corregir un “déficit de justicia” que, según él, había deteriorado la credibilidad del sistema judicial en el país. El legislador enfatizó que el funcionamiento de la Corte estaba afectado por problemas como el tráfico de influencias y la invasión de poderes, lo que generaba una profunda desconfianza entre los ciudadanos.
“La justicia ni era pronta, ni expedita, ni gratuita”, indicó, señalando que la reforma constitucional era un paso fundamental para atender estas deficiencias.
El diputado expresó su desacuerdo con Zedillo, quien, a su juicio, no comprendía la relevancia de los cambios. “No quiero expresar todo el daño que hizo al país, pero la historia registra momentos en que se hace necesario modificar estructuras”, argumentó Monreal, refiriéndose a la importancia de adaptar las instituciones a las necesidades actuales del pueblo mexicano.
Aseguró que la reforma es un proceso “complejo y profundo”, pero confiado en que resultará en beneficios para la nación.
Una de las características más controvertidas de la reforma es la elección popular de jueces, magistrados y ministros, un cambio que Monreal defendió al afirmar que no debería asustar a nadie. Según él, este tipo de cambios históricos siempre enfrenta resistencia, especialmente por parte de “poderes conservadores” que buscan mantener el status quo. “México está avanzando en materia legislativa como nunca antes”, declaró, anticipando que el modelo mexicano podría servir de ejemplo para otros países.
Respecto al desarrollo de las leyes reglamentarias que surgieron de esta reforma, Monreal aseguró que estarán listas dentro del plazo establecido de tres meses. “Estamos trabajando arduamente en la convocatoria que el Senado debe emitir para la elección de jueces y magistrados”, destacó. Esta planificación incluirá tanto la creación de leyes orgánicas como la posibilidad de un marco legal más específico.
El diputado también abordó la postura de Zedillo, sugiriendo que el expresidente debería reflexionar sobre sus declaraciones. Monreal aseguró que no le incomodan las opiniones del exmandatario, pero recalcó que el pueblo mexicano es consciente del legado de su gobierno. “Todos los mexicanos saben cuál fue su período, y creo que esto lo va a hacer recordar de nuevo”, añadió.
La reforma judicial ha generado un intenso debate en el país, y la respuesta de Monreal es un reflejo de la defensa del gobierno actual ante las críticas de figuras políticas de años anteriores. A medida que avanza este proceso legislativo, será crucial observar cómo se implementarán estos cambios y cuál será el impacto real en la justicia y la democracia en México.
A medida que se acerca la fecha límite para la elaboración de las leyes reglamentarias, la expectativa en torno a la reforma judicial crece. Con una estructura que busca hacer el sistema de justicia más accesible y transparente, Monreal y su equipo se preparan para enfrentar tanto los desafíos legislativos como las críticas de sus opositores, reafirmando su compromiso con una democracia más robusta y representativa.