Indolencia disfrazada de logro y con un discurso superficial, donde la lluvia fue atribuida en tono folclórico a que “el dios Tláloc se ha desatado”
Por Félix Muñiz
En un gesto que ha desatado indignación ciudadana y críticas severas desde distintos sectores, Mariela Gutiérrez, senadora de Morena, celebró públicamente que la reciente inundación en Chalco “solo” haya durado tres horas, comparándola con los tres meses que afectaron a la zona el año pasado.
“Claro que hay una solución”, declaró la legisladora morenista, como si tres horas bajo el agua fuera una victoria para los ciudadanos, cuando en realidad se trata de un síntoma más del abandono y la negligencia institucional que sufre el oriente del Estado de México.
Lejos de asumir responsabilidades o exigir resultados más contundentes, la senadora redujo la gravedad de la emergencia a un discurso superficial, donde la lluvia fue atribuida en tono folclórico a que “el dios Tláloc se ha desatado”, como si la crisis fuera una travesura divina y no la consecuencia de décadas de mala planeación, infraestructura colapsada y drenajes obsoletos.
Desde su posición como presidenta de la Comisión de Zonas Metropolitanas del Senado, se esperaría un llamado enérgico a la rendición de cuentas y a la ejecución efectiva de obras hidráulicas.
Sin embargo, Mariela Gutiérrez se limitó a defender que “se están tomando acciones” porque, según ella, las instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Delfina Gómez están siendo atendidas.
Pero la realidad contradice su optimismo. Las imágenes y testimonios de familias evacuadas, casas anegadas, calles colapsadas y negocios arruinados revelan una historia muy distinta: Chalco sigue siendo rehén de las lluvias, del abandono y de gobiernos que celebran el desastre atenuado como si fuera un triunfo.
En lugar de exigir transparencia sobre el uso de recursos destinados a obras hidráulicas o cuestionar por qué los trabajos de desazolve iniciaron tarde, Gutiérrez se excusó en que los alcaldes apenas asumieron funciones en enero, como si seis meses no fueran tiempo suficiente para prevenir emergencias recurrentes.
Peor aún, se deslindó de responsabilidades al afirmar que el Poder Legislativo solo acompaña, supervisa y recomienda. ¿Y el liderazgo? ¿Y la presión política para garantizar el bienestar ciudadano? Al parecer, en la 4T, la narrativa triunfalista importa más que los hechos concretos.
Decir que una inundación “solo duró tres horas” es minimizar el sufrimiento de cientos de familias afectadas. Es ignorar que 70 centímetros de agua pueden destruir patrimonio, salud y estabilidad. La senadora Gutiérrez no felicitó a los vecinos por su resistencia, sino al gobierno por su “eficacia” ante el desastre.
Mientras la transformación prometida por Morena se hunde —literal y metafóricamente— en municipios como Chalco, la clase política se da palmadas en la espalda por no haber colapsado por completo.
Mariela Gutiérrez, senadora de Morena, se congratuló porque la inundación de Chalco duró solo 3 horas. La pregunta es: ¿esa es su idea de progreso?