Más de 6 mil asistentes corearon el tradicional ¡ Gooya!
Por Félix Muñiz
El 22 de septiembre, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) celebra 114 años de su reconocimiento como Universidad Nacional con un magno concierto en el emblemático Jardín Central de Ciudad Universitaria.
Más de seis mil asistentes se dieron cita para disfrutar de una emotiva presentación a cargo de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM), bajo la dirección del maestro Raúl Aquiles Delgado.
La velada musical comenzó con el vibrante Himno Deportivo de la UNAM, interpretado por los tenores Alfonso Navarrete y José Luis Ordóñez, quienes elevaron el espíritu universitario al entonar melodías que tradicionalmente acompañan a los equipos representativos de la institución. Este evento no solo celebró la historia de la UNAM, sino que también sirvió como un tributo a su papel fundamental en el ámbito educativo, cultural y social de México.
La OSM, reconocida como una de las orquestas más dinámicas de Latinoamérica, presentó un repertorio que abarcó obras de destacados compositores mexicanos, incluyendo Blas Galindo, Silvestre Revueltas, Arturo Márquez y José Pablo Moncayo. Entre las piezas más aclamadas se encontraban “Danzón No. 2” y “Huapango”, esta última considerada un segundo himno nacional.
La conexión entre la orquesta y el público fue palpable, con cada interpretación provocando olas de entusiasmo y aplausos.
La sorpresa del Concierto musical llegó con la interpretación del “Tema de Hedwig” y la famosa “Marcha Imperial” de las franquicias de Harry Potter y Star Wars, compuestas por John Williams, que desataron el entusiasmo y la nostalgia entre los asistentes. Además, un popurrí de mambos, incluyendo “El ruletero”, invitó a todos a moverse al ritmo de la música.
El director musical, Raúl Aquiles Delgado, expresó su satisfacción por participar en este evento significativo para la UNAM. “Este concierto es un agradecimiento a la Universidad por ser un proyecto educativo y cultural esencial en el país”, comentó. Su entusiasmo fue compartido por los músicos de la OSM, quienes también esperaban que el evento sirviera para acercar a más personas a la música clásica.
La importancia de la UNAM se remonta a su fundación el 22 de septiembre de 1910, bajo la dirección de Justo Sierra Méndez, quien la describió como una “obra inmensa de cultura”. Hoy, más de un siglo después, la UNAM continúa siendo el alma de la nación, un espacio de reflexión y pluralidad que fortalece la identidad y el futuro de México.
El ambiente festivo culminó con un poderoso “¡gooya!” que resonó por todo el campus, reafirmando la unión de la comunidad universitaria y el orgullo de pertenecer a esta institución. Los asistentes se retiraron con la satisfacción de haber sido parte de una celebración que no solo conmemoró un hito histórico, sino que también reafirmó el compromiso de la UNAM con la cultura y la educación en el país.
Este magno evento reafirma la importancia de la música y la cultura en la vida universitaria, y sirve como un recordatorio de que la UNAM, la Universidad de la Nación, seguirá siendo un pilar en la construcción del conocimiento y la creatividad en México.