A partir de su refundación, en 1910, la UNAM ha titulado alrededor de un millón 165 mil estudiantes; 85 alumnos cada día del último cuarto de siglo, resaltó Carlos Arámburo de la Hoz
Por Félix Muñiz
En el marco de la ceremonia por el Día del Maestro y la Maestra, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí Vanegas, planteó un mensaje claro y propositivo: “La UNAM no se entiende sin las y los profesores, por ello deben estar en el centro de toda reforma institucional.”
Durante el emotivo evento celebrado en la Sala Nezahualcóyotl, el rector de la máxima casa de estudios Leonardo Lomelí entregó el Reconocimiento al Mérito Universitario a 138 docentes con 50 años de servicio, destacando que una educación progresista, científica y humanista solo es posible con un profesorado estable, respaldado y escuchado.
“La docencia es el corazón de nuestra universidad. Sin ella, no hay investigación, ni difusión del conocimiento, ni transformación social”, subrayó Lomelí, quien enfatizó que la renovación institucional en marcha debe tener como protagonistas tanto al profesorado como al estudiantado.
Desde esta perspectiva, el rector propuso una agenda académica centrada en dignificar la labor docente, impulsar su formación continua y promover un diálogo abierto para transformar los modelos educativos actuales. Su mensaje resonó con fuerza: formar, enseñar y resistir también es cuidar, sostener y construir futuro.
Lomelí Venegas puntualizó que en un presente complejo y vertiginoso, la labor de las y los docentes va más allá de las aulas: “Formar es estimular los sueños de las y los jóvenes, ayudarlos a imaginar otros órdenes posibles y brindarles herramientas para transformar su realidad con responsabilidad y creatividad.”
Este enfoque, agregó, coloca a la docencia como un ejercicio civilizatorio y ético, crucial en un país que necesita modelos de integridad y cohesión social. Por ello, reiteró su compromiso con la autonomía universitaria, la libertad de cátedra y el respeto a los derechos laborales de las y los académicos.
La ceremonia también sirvió para entregar distinciones a investigadores y docentes eméritos, como Laura Hernández Guzmán, Enrique González González y el pianista Paolo Antonio Mello Grand Picco, entre otros. Estos reconocimientos evidencian el compromiso y el legado intelectual que la UNAM aporta al país.
En nombre de las y los homenajeados, la profesora Josefina Mac Gregor Gárate, de la Facultad de Filosofía y Letras, destacó que “la Universidad es el espacio de la razón y la inteligencia, pero también del compromiso, la justicia y la constancia”.
Con más de 43 mil académicos guiando a 373 mil estudiantes y generando un tercio de la producción científica del país, la UNAM sigue siendo el bastión educativo, cultural y científico de México. En palabras de Carlos Arámburo de la Hoz, investigador emérito: “La Universidad es el alma de México, el lugar donde se construye el futuro de la patria.”
Agregó que partir de su refundación, en 1910, la UNAM ha titulado alrededor de un millón 165 mil estudiantes; 85 alumnos cada día del último cuarto de siglo, resaltó Carlos Arámburo de la Hoz
La jornada concluyó con un mensaje esperanzador del rector: “Si queremos imaginar un futuro más justo, será con ustedes y nunca sin ustedes.” En tiempos de transformación, la UNAM pone a sus docentes en el centro de su visión: como guías del conocimiento, pilares de la democracia y constructores del porvenir.