Denuncio que la contaminación está generando costos económicos y de salud pública significativos para las familias mexicanas
Por Félix Muñiz
En un llamado enérgico y urgente, la Presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, ha destacado la necesidad imperiosa de replantear la política energética en México y dar paso a una auténtica transición hacia las energías limpias y renovables.
Esta transición, argumenta Guerra Castillo, es esencial para mitigar los daños ambientales y económicos causados por el agotamiento y la degradación ambiental en el país.
La diputada del PRI por el Estado de Nuevo Marcela Guerra señala que las consecuencias de la contaminación ambiental son evidentes, especialmente en las grandes ciudades como la Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, donde los niveles de ozono alcanzan cifras alarmantes. Estos niveles no solo requieren restricciones en actividades industriales y movilidad, sino que también generan costos económicos y de salud pública significativos para las familias mexicanas.
Guerra Castillo destaca un hecho clave: el costo de la electricidad proveniente de energía solar ha disminuido aproximadamente un 85% entre 2010 y 2020. Este dato no solo resalta la viabilidad económica de las energías limpias, sino que también evidencia una oportunidad tangible para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover un desarrollo sostenible en México.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021 México destinó el 4.6% de su Producto Interno Bruto (PIB) a abordar la problemática ambiental. Este porcentaje representa una cifra significativa de recursos que podrían ser redirigidos hacia iniciativas de transición energética. Además, las emisiones al aire, una de las principales causas de este agotamiento y degradación ambiental, representaron un costo económico aún mayor, superando los 660 mil millones de pesos en 2021.
Los impactos de esta crisis ambiental en la salud de los mexicanos son alarmantes. Más de 8 mil personas murieron prematuramente en 2022 debido a los efectos nocivos de la contaminación en la Ciudad de México. Estas cifras son un llamado de atención urgente para abordar la crisis ambiental de manera efectiva y decisiva.
Guerra Castillo enfatiza la necesidad de diseñar políticas públicas que fomenten la diversificación de fuentes de energía, con un mayor énfasis en la solar y la eólica. Estas medidas no solo están alineadas con los compromisos internacionales asumidos en la Conferencia de París sobre cambio climático (COP21) y la Agenda 2030, sino que también son cruciales para garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones de mexicanos.
En resumen, México se encuentra en un momento crítico en el que debe tomar decisiones fundamentales sobre su política energética. La elección entre continuar dependiendo de combustibles fósiles o abrazar las energías limpias y renovables determinará el destino del país en términos de medio ambiente, salud pública y desarrollo económico. La voz de Marcela Guerra Castillo resuena como un llamado a la acción urgente para abrazar una transición hacia un futuro más limpio y sostenible para México y su gente.