Desde el 2021 el gobierno de Morena ha optado por una postura indolente y evasiva frente a una grave crisis de Derechos Humanos
Por Félix Muñiz
México ha sido objeto de un fuerte llamado de atención por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debido a su fracaso en la lucha contra las desapariciones forzadas manifestó el dirigente nacional del PRI Alejandro Moreno Cardeñas, quien agrego que no es casualidad, es el resultado de un gobierno indolente, cobarde y ausente.
El senador del PRI Alejandro Moreno señaló que este organismo internacional (ONU ) ha activado uno de sus mecanismos más severos, lo que representa una condena directa a las autoridades mexicanas.
Agregó que, a lo largo de los años, las alertas y recomendaciones han sido ignoradas por el gobierno de Morena, que ha optado por una postura indolente y evasiva frente a una de las crisis de derechos humanos más graves en la historia reciente del país.
Desde el año 2021, el gobierno de la Cuarta Transformación ha tenido en sus manos las alertas de organismos internacionales, así como recomendaciones claras para frenar la violencia y las desapariciones.
Sin embargo, la respuesta del gobierno ha sido nula: han optado por la simulación, el desinterés y la indiferencia. “Mintieron, simularon y dejaron a las víctimas solas”.
El líder del PRI Alejandro Moreno, quien ha sido tajante al afirmar que este abandono de la causa ha sido parte fundamental del crecimiento del fenómeno de las desapariciones forzadas en el país.
La cifra de personas desaparecidas ha superado los 110 mil casos, una cantidad alarmante que revela la magnitud de la crisis humanitaria. De estas desapariciones, menos del 1% han sido resueltas, lo que pone en evidencia la ineficacia de las políticas públicas en materia de justicia y seguridad.
El panorama es desolador y refleja la profunda crisis de confianza que vive la sociedad mexicana frente a sus instituciones encargadas de proteger los derechos humanos.
Bajo una creciente presión, el gobierno de Morena presentó una iniciativa para enfrentar el problema de las desapariciones. Sin embargo, esta propuesta fue congelada apenas cuatro días después de su presentación.
La falta de acción real ante las recomendaciones internacionales muestra la ausencia de compromiso y voluntad política por parte de las autoridades. Este tipo de respuestas son indicativas de un gobierno que, como muchos críticos señalan, “no tiene rumbo, no tiene vergüenza y, lamentablemente, carece de un verdadero compromiso con la justicia”.
En el contexto de las desapariciones forzadas, se destaca que un 47% de los casos involucran a agentes del Estado. Esta cifra alarmante subraya la complicidad o la negligencia de las autoridades en los hechos, lo que agrava aún más la situación.
Además, el 35% de los familiares de las víctimas sufren hostigamiento por parte de las autoridades, lo que pone en riesgo su integridad y perpetúa la impunidad. Estas situaciones no son invenciones, son hechos documentados por organizaciones internacionales que han corroborado la gravedad del problema en México.
Por otro lado, Alejandro Moreno critica duramente la subordinación de la justicia a los intereses de Morena, señalando que la respuesta del gobierno a las recomendaciones internacionales es un claro ejemplo de desdén por los derechos humanos. La falta de acciones concretas no solo refleja la falta de capacidad del gobierno, sino también su falta de empatía con las víctimas y sus familias.
La crisis de las desapariciones forzadas en México requiere un gobierno que dé la cara y asuma la responsabilidad. No uno que se esconda detrás de discursos vacíos y promesas incumplidas. México necesita urgentemente una estrategia integral, basada en la justicia y el respeto a los derechos humanos, que frene este flagelo y brinde respuestas a las víctimas. La ONU ha dejado claro que el tiempo de la indiferencia ha terminado: ahora es momento de rendir cuentas.