La mayoría integrada por Morena, PVEM, PT, votaron a favor; la oposición conformada por el PAN, PRI y MC votaron en contra del dictamen
Por Félix Muñiz
Las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia del Senado de la República aprobaron con el respaldo de la mayoría morenista, la terna de candidatas para presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el periodo 2024-2029.
Esta terna, conformada por Paulina Hernández Diz, Nashieli Ramírez Hernández y la actual titular Rosario Piedra Ibarra, ha generado fuertes controversias, particularmente en los sectores opositores.
La inclusión de Piedra Ibarra, que fue elegida para el cargo en 2019 mediante un proceso muy cuestionado, ha reabierto el debate sobre la independencia y efectividad de la CNDH.
Los senadores de oposición, especialmente los del Partido Acción Nacional (PAN), han manifestado su descontento con la composición de la terna. En particular, señalan que Rosario Piedra, quien asumió la presidencia de la CNDH en un contexto de escasa transparencia y acusaciones de fraude electoral, no es la persona más indicada para un segundo mandato.
El ex candidato presidencial Ricardo Anaya, acusó a Morena de “exceso” y “desmesura” por incluir a Piedra en la terna, argumentando que su desempeño al frente de la Comisión ha sido deficiente. La crítica principal se centra en la percepción de que su gestión ha estado marcada por la falta de acción frente a graves violaciones a los derechos humanos, lo cual ha sido ampliamente señalado tanto por organismos internacionales como por organizaciones civiles.
Por Morena, Enrique Inzunza Cázarez, celebró que la terna esté integrada por mujeres y que en ella se haya incluido a la señora Piedra Ibarra, toda vez que normativamente tiene derecho a participar.
Señaló que Paulina Hernández es una joven preparada y con méritos probados, mismos que, dijo, los tienen también Nashieli Ramírez, quien mostró conocimiento del tema, experiencia y trayectoria. “Será en el pleno, con el voto de conciencia de cada uno de las y los senadores como se definirá a quien tengan esa altísima responsabilidad”.
Además, el hecho de que Piedra Ibarra haya sido la peor evaluada en los procesos previos de selección, según diversos informes de organizaciones civiles, ha generado más dudas.
La senadora de Movimiento Ciudadano Alejandra Barrales, se mostró particularmente crítica de la falta de transparencia en el proceso, cuestionando cómo la peor evaluada pudo ser incluida en la terna.
Esta opacidad genera suspicacias sobre las verdaderas intenciones detrás de la decisión.
Claudia Anaya, del PRI, también expresó su preocupación por la falta de claridad sobre cómo se llegó a la conclusión de que Rosario Piedra fue la mejor opción, sugiriendo que este podría ser un intento de “imponerla” nuevamente.
La polémica no solo recae sobre Rosario Piedra, sino también sobre la propia integridad del proceso de selección. La inclusión de personas cercanas al presidente Andrés Manuel López Obrador, como se ha señalado en las declaraciones del panista Enrique Vargas, pone en entredicho la autonomía de la CNDH.
El organismo debe ser un pilar independiente, crítico y objetivo en la defensa de los derechos humanos, pero el fuerte vínculo con el poder ejecutivo podría socavar esta misión.
La terna, que ahora deberá ser discutida y, en su caso, aprobada por el pleno del Senado antes del 16 de noviembre, ha dejado al descubierto las profundas divisiones en el Senado y en la sociedad sobre el futuro de la CNDH.
Mientras algunos defienden la decisión como un paso necesario para continuar con la labor de defensa de los derechos humanos, otros consideran que esta elección es una muestra más de la politización del organismo, lo que podría tener consecuencias negativas para la protección efectiva de los derechos fundamentales en México.
En definitiva, la terna aprobada genera más dudas que certezas, y el proceso de selección debe ser evaluado con mayor transparencia para evitar el desgaste de una institución clave para la democracia mexicana.