Un llamado urgente a la Coordinación de Protección Civil y Acción para combatir los daños de 73 incendios activos
Por Félix Muñiz
En medio de una devastación ambiental sin precedentes, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, ha emitido un llamado urgente a una coordinación interinstitucional y transversal para enfrentar la alarmante crisis de incendios forestales que azota a México.
Con 73 eventos activos y 23 mil hectáreas arrasadas en 20 entidades federativas, incluyendo áreas naturales protegidas como el Nevado de Toluca, Maltrata en Veracruz y Sepultura en Chiapas, la situación es crítica. Sin embargo, la respuesta actual ante esta emergencia es ineficaz e insuficiente, dijo la diputada del PRI Marcela Guerra
“De ninguna manera debemos considerar como algo natural que existan estos siniestros”, enfatizó Guerra Castillo. A pesar de ocupar el segundo lugar internacional en alertas por incendios forestales, según el Observador Global de Incendios Forestales, no se han tomado las acciones necesarias para prevenirlos o controlarlos.
La necesidad de un fondo emergente por parte del Poder Ejecutivo Federal es apremiante. Este fondo permitiría la adquisición de herramientas e insumos necesarios para combatir la crisis forestal en todo el país, especialmente en aquellos municipios que carecen de recursos para enfrentar estos desastres.
Los incendios, en su mayoría provocados, han cobrado la vida de varios brigadistas y voluntarios, verdaderos héroes que arriesgan todo para combatir las llamas. Sin embargo, la falta de recursos y la ineficacia en la respuesta gubernamental han dejado a estas valientes personas luchando una batalla desigual.
Desde la Cámara de Diputados se hace un llamado al Poder Ejecutivo Federal para ampliar la cobertura del Plan de Auxilio a la Población Civil, DNIII, y brindar una atención oportuna a las poblaciones afectadas. No podemos permitir que sean los habitantes quienes se vean obligados a enfrentar los incendios sin el apoyo adecuado.
Los impactos de estos siniestros van más allá de la pérdida de suelo y vegetación. La vida silvestre, el aire que respiramos y la economía de las comunidades se ven gravemente afectados. Además, el presupuesto asignado para Protección Civil ha disminuido en comparación con años anteriores, lo que evidencia una falta de prioridad y compromiso con esta emergencia.
Es fundamental contar con atlas de riesgos actualizados y políticas de gestión de riesgos efectivas para proteger a las personas y reducir el impacto de estos desastres. La inacción no es una opción. Se requiere una respuesta inmediata y contundente para salvaguardar nuestro medio ambiente y nuestras vidas.