El gobierno de México debería atreverse a tipificar el narcoterrorismo en México para buscar una coordinación con el gobierno de Donal Trump y combatirlo: Marko Cortés
Por Félix Muñiz
La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha reavivado el debate en el Senado mexicano sobre el futuro de la relación bilateral entre ambos países.
Mientras que la bancada de Morena, encabezada por Andrea Chávez, minimiza los riesgos y asegura que el presidente electo no representará una amenaza para México, la oposición, liderada por Marko Cortés, llama a una postura más firme y a una coordinación efectiva para abordar los desafíos comunes, como la violencia y el narcotráfico.
La reacción oficialista se reflejó en las palabras de Andrea Chávez, vocera de la bancada de Morena en el Senado, quien desestimó cualquier posible crisis diplomática derivada de la reelección de Trump.
En entrevista Andrea Chávez recordó que el republicano ya había sido presidente en el pasado (como el número 45) y que durante su mandato la economía mexicana no solo resistió, sino que experimentó un crecimiento de los índices macroeconómicos.
“La relación con quien fuera su embajador aquí en México era buena”, afirmó la senadora, destacando la importancia del diálogo y la coordinación entre ambas naciones.
Además, subrayó que la doctora Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, es una política que valora profundamente la diplomacia, sin dejar de lado la defensa de la soberanía y la dignidad de los mexicanos. La visión del oficialismo es clara: aunque Trump regrese a la Casa Blanca, las relaciones bilaterales pueden seguir funcionando sin sobresaltos, siempre que se mantenga el respeto mutuo.
La postura de la oposición: necesidad de coordinación en la lucha contra el crimen
En contraste, desde la oposición, particularmente el PAN, las voces se alzaron con una advertencia más crítica. Marko Cortés, presidente nacional del PAN expresó su preocupación por el liderazgo “fuerte” de Donald Trump y lo que ello podría significar para la seguridad y la economía de México.
El legislador panista Marko Cortés, la administración de México debe estar preparada para canalizar ese liderazgo de forma coordinada y evitar las acciones unilaterales.
El líder panista señaló que, si bien Trump ha prometido en el pasado tomar acciones directas contra los grupos criminales en México, esa no es una solución viable si se realiza de manera aislada.
“Lo que necesitamos es coordinación, no sumisión ni unilateralidad”, dijo Cortés, al tiempo que propuso una medida contundente: la tipificación del *narcoterrorismo* en México. El senador advirtió que la violencia en el país ha alcanzado niveles alarmantes, con ataques directos a la población civil, incluidos menores de edad, y un control creciente de los carteles en varias regiones del territorio mexicano.
Cortés Mendoza no solo criticó la posible intervención de Trump de manera aislada, sino que subrayó la necesidad de que el gobierno mexicano se atreva a enfrentar la violencia interna con una postura firme y legalmente estructurada. La tipificación del narcoterrorismo, según él, sería un primer paso crucial para combatir el flagelo de los grupos delictivos que han permeado casi la mitad del país.
¿Qué futuro para la relación México-Estados Unidos?
A medida que la administración de Donald Trump se prepara para asumir un segundo mandato, el Senado mexicano se enfrenta a un dilema sobre cómo responder a este nuevo escenario. Mientras que Morena apela a la diplomacia y el respeto mutuo, la oposición considera esencial una postura más robusta frente a los riesgos que podría implicar una mayor intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos de México, especialmente en materia de seguridad.
En este contexto, la pregunta que persiste es si la relación entre ambos países podrá mantenerse estable sin ceder a las presiones externas, o si, por el contrario, la polarización política en México y los retos derivados del narcotráfico obligarán a un replanteamiento más profundo de la estrategia bilateral.
Lo que es indiscutible es que, a medida que Donald Trump regresa a la Casa Blanca, la diplomacia y la coordinación en la lucha contra el crimen serán más cruciales que nunca. Sin embargo, la manera en que ambas naciones gestionen este vínculo definirá el futuro de la relación entre México y su vecino del norte.