En síntesis un senador de MC de Campeche presuntamente secuestrado junto con su padre, la presentación de licencia de un senador del PAN y la toma del Pleno de Senado por manifestantes acompañaron la Reforma Judicial
Por Félix Muñiz
El Senado de la República aprobó en la madrugada de este miércoles 11 de septiembre la Reforma al Poder Judicial en un proceso marcado por controversias y acusaciones.
Por primera vez en la historia del Senado de la Republica un contingente de trabajadores del Poder Judicial traspaso las puertas del recinto ubicado en paseo de la Reforma esquina con Francia y dando portazo llegaron hasta el Pleno del Senado por lo que el Presidente de la Cámara Alta Gerardo Fernández Noroña, declaro que o había condiciones para continuar la sesión y más tarde se cambiaron a la Sede de Xicoténcatl.
El senador del PRI Alejandro Moreno Cardenas, afirmó que fue “un día triste” para México, luego de la aprobación en el Senado, de la reforma al Poder Judicial de la Federación, y tras señalar que los 15 senadores priistas, junto con los 37 diputados federales de este instituto político, cumplieron con el pueblo mexicano, al votar en contra.
Aseveró que la reforma “fue aprobada en el Senado mediante las peores mañas y bajo presiones y coacciones inimaginables”. A través de un mensaje publicado en sus redes sociales, el dirigente nacional del tricolor aseguró que “en el PRI honramos nuestra palabra y compromiso”, ya que, agregó, “todas y todos votamos firmemente en contra de la reforma judicial”.
El senador del PAN Marko Cortés Mendoza , dijo que lamenta que la falta de escuchar a las y los mexicanos haya provocado esta crispación social y de que no hayan escuchado a la gente. Por eso la gente está enojada.
Pedimos que se ponga una pausa, que se abra parlamento abierto y que se haga una propuesta integral, donde todos sean escuchados, todas las partes para que entonces sí podamos escuchar una reforma a todo el sistema en su conjunto de procuración de justicia y no como esto se ve, una venganza al Poder judicial.
El proyecto de decreto ha sido enviado a los congresos estatales para su evaluación y, en su caso, aprobación final, pero la forma en que se llevó a cabo la votación ha generado una ola de críticas y cuestionamientos sobre la transparencia y la legitimidad del proceso.
La aprobación de la reforma se realizó con 86 votos a favor y 41 en contra. La bancada de Morena, junto con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT) y el senador Miguel Ángel Yunes Márquez del Partido Acción Nacional (PAN), respaldó la reforma. Este último apoyo, en particular, ha suscitado escepticismo, dado el historial político de Yunes Márquez y las circunstancias en que se desarrolló la sesión.
Durante la jornada, la senadora Andrea Chávez Treviño, de Morena, solicitó un minuto de aplausos en memoria de Salvador Allende y Pablo Neruda, así como en honor a “las y los compañeros de izquierda que luchan en todo el mundo por la democracia, la igualdad y el bienestar de los pueblos.” Esta solicitud, hecha para conmemorar el 51º aniversario del golpe de Estado en Chile, pareció desviar la atención de las tensiones internas en el Senado y las acusaciones que rodean la reforma.
Entre las acusaciones más graves está la alegación de que el proceso de aprobación estuvo plagado de irregularidades. La senadora Alejandra Barrales, de Movimiento Ciudadano, denunció que se recurrió a prácticas cuestionables, como secuestros de diputados y cambios de sede para evitar el debate. Estas acusaciones, aunque no confirmadas, han alimentado el clima de desconfianza en torno al proceso legislativo.
Otro elemento polémico fue la licencia solicitada por el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, que ha suscitado dudas sobre la motivación y la transparencia del proceso. La presencia de Yunes Márquez, que en teoría estaba ausente por motivos personales, ha sido vista como un intento de legitimar la reforma a través de su voto a favor, generando suspicacias entre los opositores que creen que su licencia podría haber sido una estrategia para evitar un mayor escrutinio.
Los senadores de la oposición, incluyendo al PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, manifestaron su desacuerdo con la reforma y presentaron reservas para modificar diversos artículos, las cuales fueron desestimadas. La aprobación final, tanto en lo general como en lo particular, se dio en un contexto de alta tensión política, que incluyó protestas y llamados a la movilización por parte de diversos sectores de la sociedad civil.
La reforma al Poder Judicial, que modifica varios artículos clave de la Constitución y establece nuevas reglas para la selección y el funcionamiento de jueces y magistrados, ha sido defendida por el oficialismo como un avance necesario para fortalecer la independencia y la eficiencia del sistema judicial. Sin embargo, la falta de consenso y las acusaciones de manipulación han ensombrecido el proceso, dejando una serie de interrogantes sobre la legitimidad de la reforma y su impacto en el equilibrio de poderes en el país.
Con el proyecto de decreto ahora en manos de las legislaturas estatales, el futuro de la reforma dependerá de su aceptación a nivel local. La controversia en torno al proceso legislativo sugiere que la discusión sobre la reforma al Poder Judicial continuará siendo un tema candente en el ámbito político, con posibles implicaciones significativas para la gobernabilidad y la justicia en México.