Después del 4 de julio se definirá la separación del cargo de los que pretendan contender a la presidencia del 2024
Por Félix Muñiz
A fin de que se fijen las reglas de la convocatoria para definir al abanderado del partido en las elecciones presidenciales del 2024, Ricardo Monreal Ávila adelantó que esperará la conclusión del proceso electoral en el Estado de México y en Coahuila para reunirse con la dirigencia de Morena.
En conferencia de prensa en Tijuana, Baja California, el líder parlamentario subrayó que el establecimiento de estas reglas deberá permitir la participación de las y los aspirantes con seguridad y equidad en la contienda interna.
“Sí voy a participar, he decidido mantenerme en Morena, no tengo plan B y voy a honrar y respetar los acuerdos que celebre Morena”, sostuvo Monreal Ávila ante representantes de los medios de comunicación.
La idea, puntualizó, es que cuando termine el proceso del 4 de junio, las y los aspirantes se reúnan de inmediato para establecer las reglas y dialogar sobre la separación del cargo de los que así decidan participar; sin embargo, adelantó que se someterá a las reglas que Morena establezca. Si establece la separación, participaré. Si hay una encuesta externa, no la de Morena, participaré.
“Si hay reglas equitativas, participaré. Si hay equidad en la contienda interna, participaré. Y si los resultados no son favorables, también horraré mi participación y haré mi trabajo por convencer al mayor número de militantes y simpatizantes de Morena en la interna”, asentó.
Sobre este último punto, reiteró que su planteamiento es que se realice una batería de encuestas, no de Morena, sino externas, para que actúen como encuestas espejo.
“Y he dicho que si sólo lo hace Morena, su encuestadora, y si es Morena quien levanta la encuesta, quien organiza la encuesta y quien canta la encuesta, yo le pensaría para participar”, puntualizó.
Monreal Ávila enfatizó que tiene la capacidad para enfrentar los grandes retos de México, ya que es un servidor público que quiere a su país y se siente capacitado para gobernar bien, así como para suceder al Presidente de la República y profundizar la vida democrática y la transformación de las instituciones.