Reitera que no hay sobrerrepresentación, es el juicio ciudadano que nos otorgó esa mayoría calificada y nos otorgó el poder reformador.
Por Félix Muñiz
El coordinador de Morena en el Senado Ricardo Monreal Ávila, , ha delineado un ambicioso plan para aprobar la reforma al Poder Judicial antes de que termine el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con reporteros que cubren la fuente legislativa Ricardo Monreal describió un cronograma detallado que pretende concluir con la reforma y su publicación en el Diario Oficial de la Federación antes del 30 de septiembre de 2024.
El senador morenista por el Estado de Zacateca Monreal Ávila expuso que el proceso legislativo se iniciará con la finalización de los “Diálogos Nacionales para la Reforma al Poder Judicial”, programados para el 10 de agosto en Sinaloa.
A partir del 12 de agosto, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados empezará a formular el dictamen correspondiente. Este será enviado a la Mesa Directiva de la Cámara para su consideración, y se prevé que el 2 de septiembre inicie la discusión formal en ambas cámaras del Congreso.
Monreal ha asegurado que su meta es tener la reforma aprobada en la segunda semana de septiembre para enviarla a los congresos estatales, y así obtener su ratificación antes de que concluya el periodo presidencial. Este ritmo acelerado ha generado un debate intenso sobre la necesidad y las implicaciones de una reforma tan rápida.
Desde la perspectiva de Monreal, la reforma al Poder Judicial es esencial para revolucionar el sistema jurídico mexicano, prometiendo un avance significativo en la justicia nacional. Sin embargo, este enfoque ha suscitado inquietudes sobre la prisa con la que se pretende imponer la reforma.
El proceso legislativo tradicionalmente requiere una deliberación exhaustiva para garantizar que las reformas sean efectivas y equitativas. La aceleración del cronograma plantea dudas sobre si se están tomando en cuenta todas las perspectivas y si se está permitiendo un debate adecuado.
El coordinador de Morena también destacó que su partido y aliados no permitirán que se les arrebate ni un solo escaño o curul que obtuvieron en las urnas, respondiendo a las críticas de la oposición sobre una supuesta sobrerrepresentación en el Congreso. Monreal ha argumentado que estas críticas son una estrategia política para obtener prebendas electorales que no lograron en las urnas y que no reflejan la realidad del apoyo popular a Morena.
Además, Monreal instó al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a aplicar la ley de manera rigurosa y sin presiones externas. En su opinión, los argumentos de la oposición sobre la sobrerrepresentación son infundados y buscan alterar el equilibrio democrático establecido por los ciudadanos en las elecciones.
Mientras la reforma al Poder Judicial avanza, es crucial evaluar si este proceso acelerado compromete la calidad y efectividad de los cambios propuestos. La urgencia de Monreal por cumplir con el cronograma planteado puede ser vista como una estrategia para consolidar logros legislativos antes del fin del mandato presidencial. Sin embargo, esta prisa también puede resultar en una reforma que no haya sido suficientemente debatida ni consensuada, afectando la confianza en las instituciones judiciales y en el proceso legislativo mismo.
En conclusión, la ruta legislativa presentada por Ricardo Monreal para aprobar la reforma al Poder Judicial antes del término del mandato de López Obrador plantea una serie de interrogantes sobre la prisa y el procedimiento. La importancia de una reforma efectiva y bien fundamentada debe ser equilibrada con la necesidad de un debate amplio y detallado para asegurar que los cambios propuestos fortalezcan realmente el sistema judicial mexicano sin comprometer la integridad del proceso legislativo.