La oposición fijo postura y aseguro que es un robo al patrimonio de los trabajadores y la postura oficial es que se rescata la dignidad de una pensión
Por Félix Muñiz
En una sesión marcada por la polarización y las acusaciones mutuas, el Pleno del Senado de la República aprobó, con 70 votos a favor, 43 en contra y dos abstenciones, el proyecto de decreto para la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar.
Esta medida, que busca garantizar una pensión digna a los trabajadores mexicanos, ha generado un intenso debate sobre su verdadera intención y sus posibles consecuencias.
El proyecto de decreto, que implica reformas y adiciones a diversas leyes relacionadas con el sistema de pensiones en México, ha sido presentado como una medida para asegurar un retiro digno a quienes enfrentan situaciones de vulnerabilidad económica. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar.
Durante la discusión, el senador Napoleón Gómez Urrutia, de Morena, defendió la iniciativa como un acto de justicia social que dignifica el retiro de millones de mexicanos.
Sin embargo, desde la oposición, la senadora Kenia López Rabadán del PAN acusó a Morena de perpetrar un robo a los adultos mayores, sugiriendo que el dinero tomado de fideicomisos desaparecidos no se destinó como prometieron.
La falta de información sobre el destino de los recursos y la ausencia de una campaña de orientación para los trabajadores han sido señaladas por la senadora Cecilia Margarita Sánchez García del PRI como razones para que muchos no hayan reclamado sus ahorros. Esta crítica se suma a la preocupación expresada por Laura Ballesteros Mancilla de Movimiento Ciudadano, quien lamenta que la discusión se centre en la creación de un nuevo fondo en lugar de abordar reformas fiscales más profundas.
Por su parte, la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre del PT resaltó la seguridad que supuestamente brindará el nuevo fondo, mientras que el senador Emilio Álvarez Icaza Longoria del PRD criticó la falta de información previa y acusó a la administración federal de agotar los fondos disponibles en gastos superfluos, aumentando la deuda pública.
En medio de estas posturas encontradas, el senador Gustavo Madero Muñoz, en representación del Grupo Plural, cuestionó la verdadera intención detrás de esta medida, sugiriendo que podría tratarse de una estrategia electoral y una manera de expropiar recursos de las Afores para beneficio del gobierno.
En este contexto de desconfianza y división, las reservas presentadas para modificar diversos aspectos del dictamen fueron el siguiente paso en la discusión.
Sin embargo, queda claro que el debate sobre el Fondo de Pensiones para el Bienestar está lejos de concluir y que las dudas sobre su viabilidad y sus repercusiones continuarán siendo motivo de controversia en los próximos días.