La persona con la que hable dice Fernández Noroña me dijo que era él
Por Félix Muñiz
El senador de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, ha desmentido las declaraciones realizadas por el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quienes afirmaron haber tenido comunicación telefónica con él durante su retención en Campeche el pasado 10 de septiembre.
En un breve mensaje a los medios de comunicación, Barreda aclaró que no mantuvo contacto con ningún senador durante el tiempo que estuvo incomunicado. Según su relato, la situación se desarrolló de la siguiente manera: “Recibí una llamada de mi madre en la madrugada, informándome que mi padre había sido llevado a una comparecencia judicial en Campeche. Inmediatamente tomé el primer vuelo a Mérida y me trasladé a Campeche”, explicó.
El senador llegó a la sala de juicios orales aproximadamente a las 10:30 de la mañana, donde encontró a su padre y al diputado Paul Arce retenidos. Barreda relató que estuvo incomunicado durante casi 12 horas bajo la amenaza de que si abandonaba el lugar, su padre sería procesado.
Ese mismo día, Clemente Castañeda, coordinador de Movimiento Ciudadano, denunció públicamente la retención ilegal de Barreda, lo que provocó una rápida respuesta de Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña. Ambos afirmaron que habían hablado con el senador, asegurando que no se encontraba detenido.
En respuesta, Davide Barreda reiteró: “Durante todo este tiempo no me fue posible hablar con ningún senador o senadora, ni de mi grupo parlamentario ni de otro”. Según su testimonio, fue liberado alrededor de las 10 de la noche, justo cuando el Senado estaba a punto de concluir la votación de la reforma al Poder Judicial.
Por su parte, Gerardo Fernández Noroña insistió en que nunca hubo una retención y que la comunicación que mantuvo con Daniel Barreda fue efectiva. En su defensa, Noroña expresó: “Hablé con el senador Barreda. La persona con la que hablé me dijo que era él. No he hablado nunca con él, pero aseguré que no estaba privado de su libertad”.
La controversia generada por estos intercambios pone de relieve la tensión existente en el ámbito político y la percepción pública sobre la protección de los derechos humanos en el país. En este contexto, Davide Barreda ha declarado que su objetivo es garantizar que nadie tenga que elegir entre cuidar a su familia y cumplir con su labor política, afirmando: “Eso no se lo deseo a nadie”.
La situación ha provocado reacciones en diversos sectores de la política mexicana, donde se demanda una mayor claridad sobre los hechos ocurridos el 10 de septiembre y la necesidad de que se respete el derecho a la comunicación de los legisladores en situaciones críticas.
El episodio también ha reavivado debates sobre la relación entre el gobierno y los organismos de justicia, así como sobre la protección de los derechos de los ciudadanos. El senador Barreda ha manifestado su intención de continuar luchando para que tales situaciones no se repitan y para asegurar un marco de seguridad y respeto por los derechos fundamentales en el país.
Con este desmentido, Daniel Barreda pone de manifiesto la importancia de la verdad y la transparencia en el ejercicio del poder, un principio fundamental en la democracia mexicana.