ONGs denuncian que aproximadamente 30 mil niñas, niños y adolescentes están enrolados actualmente con grupos de la delincuencia organizada
Por Félix Muñiz
En México, un número alarmante de niñas, niños y adolescentes está siendo reclutado por el crimen organizado, situación que sigue siendo una de las problemáticas más invisibilizadas y graves del país.
Durante el Foro Legislativo sobre la violencia que afecta a niñas, niños y adolescentes, organizado por el Senado de la República, legisladores y miembros de la sociedad civil se comprometieron a tomar acciones para erradicar este fenómeno y proteger a la infancia y adolescencia del país.
La presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia, Laura Esquivel Torres, lamentó que afuera los niños se estén enfrentando al reclutamiento a través de redes sociales del crimen organizado, como ocurrió hace unas semanas en el rancho Teuchitlán, Jalisco.
“México está hundido en la violencia, carreteras con narco bloqueos, cuerpos colgados en puentes, trata, violencia sexual, ranchos que ahora son campos de exterminio”, enumeró la senadora de Acción Nacional.
Por ello, se comprometió a construir legislación y a crear políticas públicas que verdaderamente ayuden a terminar con estos problemas.
La cofundadora de la organización Reinserta, Mercedes Castañeda Gómez-Mont, detalló que los grupos criminales recurren a los menores debido a su disponibilidad y maleabilidad. Los niños y adolescentes suelen seguir órdenes sin cuestionarlas, no requieren tantos recursos como los adultos y, además, pueden manipular armas con facilidad.
“Están siendo usados para cometer una gran variedad de delitos como el tráfico de drogas, secuestro, trata de personas y piratería”, afirmó Castañeda.
A pesar de la escasa información oficial sobre la magnitud del problema, se estima que aproximadamente 30,000 menores están enrolados actualmente en actividades criminales, desempeñando roles de espías, combatientes, mensajeros, cocineros o explotados sexualmente. Además, entre 145,000 y 200,000 más están en riesgo de ser reclutados por los grupos criminales. La falta de datos precisos sobre el reclutamiento infantil es un desafío adicional para implementar políticas eficaces.
El estudio “Niñas, Niños y Adolescentes Reclutados por el Crimen Organizado”, elaborado por Reinserta, resalta que los menores son reclutados a edades cada vez más tempranas, algunas veces entre los 9 y 11 años, aunque en casos extremos, el reclutamiento puede ocurrir incluso a edades menores.
La organización revela que las niñas, niños y adolescentes en estos grupos desempeñan funciones muy diversas: desde el transporte de drogas hasta realizar secuestros y asesinatos, pasando por labores más sencillas como informar y vigilar.
Este contexto de violencia, vulnerabilidad y falta de acceso a servicios básicos como la educación y la salud, alimenta el ciclo de pobreza y desesperanza que lleva a muchos jóvenes a involucrarse en el crimen.
La pobreza, la exclusión social y la discriminación son factores clave que impulsan a los menores a buscar en el crimen organizado una vía de escape, especialmente cuando se les ofrece dinero, comida y refugio.
El narcotráfico, por su parte, utiliza estrategias de manipulación a través de las drogas. Muchos de los jóvenes reclutados se convierten en consumidores de sustancias, lo que los hace aún más vulnerables y dependientes del grupo criminal. “Una vez enganchados en el consumo, se vuelven más obedientes y, en muchos casos, pierden su capacidad de decisión, lo que los convierte en una herramienta fácilmente manipulable para los delincuentes”, explicó Castañeda.
En respuesta a esta alarmante situación, el Senado y organizaciones civiles han acordado tomar medidas para frenar el reclutamiento de menores. Los compromisos incluyen fortalecer la cooperación entre el gobierno, las autoridades locales y las organizaciones no gubernamentales, así como aumentar los esfuerzos para brindar alternativas educativas, sociales y de desarrollo a los niños en situación de riesgo. Se hace un llamado a la sociedad para que se involucre en la prevención y denuncie las redes que explotan a los menores.
Es crucial que México reconozca la magnitud de este problema y actúe con urgencia para erradicar el reclutamiento infantil. Solo con un enfoque integral y colaborativo, que involucre a todos los sectores de la sociedad, será posible cambiar la realidad de miles de niños y adolescentes que hoy se ven atrapados en el ciclo de la violencia y el crimen organizado.