
Ni plan B ni plan C
En el calamitoso panorama político y social que caracteriza a México desde hace ocho años, el gobierno de Morena se enfrenta a uno de sus mayores retos: la administración de Donald Trump. Lo que comenzó como una relación diplomática marcada por la prudencia y la estrategia, hoy se revela como un descalabro evidente: un gobierno que no solo carece de un plan A, sino que tampoco parece tener un plan B ni C para enfrentar las medidas impuestas por el presidente estadounidense y hacer frente a sus reiteradas acusaciones de vínculos de Morena con el crimen organizado.
Desde el inicio de su mandato, la presidenta Sheinbaum ha intentado navegar las aguas turbulentas de la política internacional con una estrategia de apaciguamiento. Creyó que la indiferencia y llamados al diálogo podrían ser ...