Por el Covid-19 la protección de la salud mental debe ser un derecho que garantice mejorar el nivel de bienestar de la población
Por Félix Muñiz
A casi tres años de vivir la experiencia de los estragos que causo el coronavirus el coordinador de los senadores de Morena Ricardo Monreal Ávila hizo un diagnóstico de ¿Cuáles han sido los efectos de la pandemia COVID-19?
El político zacatecano Ricardo Monreal dijo que esta pandemia provocó una fuerte sacudida en el mundo. Los daños ocasionados son irreparables y aún no terminan de cuantificarse. La crisis económica fue impresionante y devastadora.
Hoy, gracias al avance en la ciencia, los efectos físicos de la COVID-19 pueden ser contenidos con las vacunas. Sin embargo, los efectos en la salud mental de las personas seguirán siendo bastante severos. La depresión, la angustia, son provocados por la pérdida de familiares y seres queridos.
Para frenar su avance, no fue suficiente para evitar esta trágica y lamentable muerte de miles de personas, que se atribuye a esta pandemia.
El medio en el que se desarrollan, las alteraciones psicológicas derivadas del encierro y el cambio de rutina son evidentes, así como los daños emocionales y psiquiátricos que podrían surgir, deben de ser atendidos y contemplados por la salud pública del mundo, en este caso, por el sistema de salud en el país.
Son muchos los aprendizajes que nos ha dado la pandemia. Pero estoy seguro que en materia de salud mental, sigue siendo un tema pendiente hacia el que se deben destinar recursos económicos y esfuerzos conjuntos.
La protección de la salud mental, también debe de ser un derecho que debe garantizarse para mejorar el nivel de bienestar de la población.
La salud mental, la psiquiatría, la psicología y otras ciencias de la salud, han sido descuidadas, minimizadas y marginadas.
Es hora de prestarles atención urgente.